Un grupo de investigadores del NIST creó un dispositivo con impresión 3D, que imita la anatomía de la nariz de un perro, con el fin de mejorar la eficacia de su sistema de detección de explosivos y otros tipos de químicos.
Este dispositivo imita el proceso de olfateo de los perros, tal como lo detallan en este documento, logrando emular la dinámica que permite identificar con mayor precisión los olores.
Este pequeño dispositivo se integraría a la boquilla de un detector tradicional, actuando como nariz de perro artificial. Según los estudios que han realizado, este dispositivo puede mejorar hasta 18 veces los métodos actuales para la detección de productos químicos, dependiendo la distancia.
El proceso es complejo, y han necesitado combinar diferentes tecnologías para emular lo más preciso posible la anatomía y funciones de la nariz de un perro, y aún hay mucho por analizar.
Por ejemplo, se han valido de la estrioscopía (o fotografía schlieren) para estudiar los flujos de aire, también tomaron como base un modelo 3D de la nariz de un labrador retriever, impresa en estudios anteriores, entre otros.
Podemos leer todos los detalles técnicos de este estudio y los procedimientos utilizados en cada fase, en este informe que se comparte en Scientific Reports.