Mientras en las grandes ciudades se baraja la posibilidad de implantar coches y autobuses autónomos, en otras regiones, más cubiertas por agua, se estudia la opción de usar barcos sin «conductor».
Eso es en lo que están trabajando en the Amsterdam Institute for Advanced Metropolitan Solutions (AMS Institute), en el proyecto Roboat, realizado junto con ingenieros del MIT.
Una cuarta parte de Amsterdam está cubierta por agua, por lo que tiene sentido trabajar para que una flota de barcos autónomos pueda encargarse del transporte de mercancías y personas. Es parte de un proyecto que también considera la instalación de infraestructura flotante dinámica y temporal, como puentes que puedan ser montados o desmontados en pocas horas.
Con 25 millones de euros de presupuesto, quieren tener el primer prototipo ya funcionando en 2017, tanto para transportar como para funcionar como unidades de recopilación de datos móviles, ya que podrán usarse para medir la calidad del aire y del agua en la ciudad.
El proyecto Roboat también se analiza en Boston, donde ya tienen problemas con las mareas crecientes, y con el problema del cambio climático, más y más ciudades comenzarán a interesarse con el transporte vía canales, algo que dejará de ser romántico para pasar a ser un problema.