Este año hemos visto algunos proyectos de monopatín volador, todos ellos usando las propiedades del magnetismo para que una superficie pueda separarse de otra y permitir así «el vuelo».
Lo que vemos ahora no usa la misma tecnología y sí miniturbinas que consiguen separar una superficie del suelo unos 20 centímetros por unos seis minutos, suficiente para sentir la experiencia de «Regreso al futuro» en nuestra piel.
Se trata de un experimento creado por la compañía ArcaSpace: el Arcaboard, presentado en arcaspace.com y en el vídeo que aquí os dejamos:
Como podéis ver, no es nada elegante, y parece que mantener el equilibrio no es tarea fácil, pero vuela, eso sí. Lo venden por 19.900 dólares en su sitio web, aunque está claro que necesitará mucho más marketing (y de mejor calidad) para poder realizar alguna compra.
Con 272 caballos de fuerza y 36 ventiladores eléctricos, podemos ver al CEO de la compañía (especializada en transporte espacial), Dumitru Propescu, montando el arcaboard como si de un toro de feria se tratara, pero se trata de un primer paso, es posible que veamos modelos más estables y sofisticados en el futuro.
Tal y com indican en the verge, no requiere de un suelo especial, por lo que, en teoría, podemos hacerlo volar en cualquier lugar, y eso sí es una ventaja.