En la quinta entrega de Star Wars (The Empire Strikes Back) hay una curiosa escena en la que Luke Skywalker recibe una prótesis en su brazo y el robot que se la implanta prueba la respuesta del personaje al tocarle con una pinza.
Pues bien, uno de los muchos fanáticos de la saga, Benjamin Tee, un ingeniero eléctrico y biomédico de la Agencia de Ciencia, Tecnología e Investigación de Singapur, se ha inspirado en tal escena para trabajar junto a su equipo en una piel artificial que pretende imitar buena parte del sentido del tacto, un detalle que poco se ha podido tratar a pesar de los grandes avances en el diseño de prótesis.
Se trata de un flexible material especial que copia las capacidades de la piel para entender los niveles de presión tras tocar algún objeto, lo que es posible gracias a los sensores en nuestro tejido que detectan la fuerza aplicada y envían los datos al cerebro en forma de señales diferenciadas según la cantidad de dicha fuerza ¿La visión del proyecto? Devolver, algún día, el sentido del tacto a personas que han sufrido de amputaciones o parálisis parciales permitiéndoles volver a practicar deportes, cocinar y realizar otras actividades cotidianas.
Los sensores de la piel artificial, creados con nanotubos de carbono, gozan también de un sistema de capas que les permite recurrir a poca energía para funcionar de forma eficiente, e incluso se han acompañado de señales luminosas LED para aprovechar la optogenética, pero los detalles quedan disponibles en el respectivo artículo de la Revista Science y en ArsTechnica donde se explica a fondo su funcionamiento. Por cierto, lo deseado es llegar a captar hasta la sensación de temperatura.