La compra se ha confirmado hoy, se pagarán 4.400 millones de dólares (50 dólares por acción), y tiene como objetivo permitir una alianza para impulsar el sector del vídeo y publicidad en móviles, aunque han indicado que AOL permanecerá como una división que usará sus canales para distribuir sus marcas.
Es poco dinero si lo comparamos con los 164.000 millones en los que se valoró la fusión de AOL con Time Warner. AOL tiene 25 años de historia, empezó a cotizar en Wall Street en 1992, compró CompuServe y ICQ, así como Moviefone y el navegador Netscape. Pasó de ser una enorme gigante a una empresa que lucha por sobrevivir, y la compra de hoy es resultado de esa realidad.
Una mala noticia para la objetividad, sin duda. AOL es una conocida marca en el mundo del contenido digital y en las plataformas de publicidad, tiene mucha experiencia en el negocio de las suscripciones y cuenta con grandes periodistas escribiendo en sus medios, aunque todos imaginamos que las nuevas «reglas de publicación», tendrán como objetivo anunciar productos de Verizon, no informar de forma objetiva lo que ocurre en el mundo de la tecnología (esperamos equivocarnos).
Por otro lado en la nota dejan claro que la prioridad es hacer crecer la plataforma de publicidad de AOL (competir con Google y Facebook), poco hablan de los medios que existen bajo su manta, por lo que es posible que mantengan su independencia y los transformen únicamente en una forma de mostrar banners de su red publicitaria.
Tim Armstrong permanecerá de consejero delegado de AOL hasta que la integración se concluya, ya que la compra debe ser aprobada ahora por los reguladores en EE UU, en verano.