Vuelven los rumores sobre Twitter y Google, sobre ese amor imposible, ese deseo no realizado, esa posible compra que transformaría a Twitter en un producto más del gigante Google.
Es cierto que el crecimiento de Twitter se ha estancado, que las acciones de Twitter no llegan a los 40 dólares, después de haber estado 52 semanas superando los 60, es cierto que Facebook ya dispone de una plataforma de comunicación gigante (compró Whatsapp por 22 mil millones), pero… ¿es la compra de Twitter la solución que Google necesita?.
Google tiene una red social excelente (Google Plus), que podría fácilmente vencer a Facebook en un ring, pero faltan usuarios. Google tiene un sistema de mensajería bastante eficaz y completo (hangouts) que tiene poco que envidiar a Whatsapp, pero no es tan popular.
Hay varios motivos por los cuales Google podría estar interesada en Twitter: conocer el contenido más relevante de la web en estos momentos (dando a Twitter más importancia en el SEO), integrar Twitter con Google Plus y hangouts para aumentar el uso de sus plataformas ya existentes, entrar con fuerza en el mundo de las noticias en tiempo real… motivos no faltan, pero, ¿cuánto tendría que pagar Google para comprar Twitter?.
Twitter está valorizada hoy en 24.430 millones de dólares. El récord de Google es de 12.400 millones (lo que más ha gastado en una compra), cuando compró Motorola (que después vendió a Lenovo), pero seguramente no podría bajar de los 35.000 millones para empezar a negociar esa posible compra, llegando a los 40.000, según comentan en venturebeat.
Estamos hablando del doble de lo que Facebook gastó para comprar Whatsapp, aunque está claro que no podemos meter en la misma categoría a Twitter y a Whatsapp. Es importante recordar que estamos comparando los 280 millones de usuarios activos de Twitter con los 700 millones (y creciendo) de Whatsapp, por lo que el dinero que Google gastaría «por usuario» sería muchísimo mayor (142 dólares por usuario de Twitter versus 31 dólares por usuario de Whatsapp).
Es solo un rumor, por lo que no deja de ser un juego de números y palabras que acaban siempre en la misma pregunta: ¿Google necesita a Twitter?.