Esta mañana os hemos comentado que Orkut llega a su fin. Google cierra su primer red social después de 10 años dando guerra (principalmente en Brasil), un experimento que ayudó a Google a entender mejor cómo funciona una red social, que permitió desarrollar el concepto de comunidad a un nivel que solo los brasileños conocen.
Orkut fue una fiebre tan grande en Brasil que cuesta definirla con palabras. Había negocios en las calles que ofrecían Orkut y MSN (no Internet, no, Orkut y MSN), porque esa era la Internet que millones de personas conocían en su día a día. Brasil estaba despertando en la web social, y Orkut lo recibió con los brazos abiertos.
La falta de público internacional hizo que Google nunca se preocupara de mantener actualizada la red, ni en cuanto a funcionalidades ni en cuanto a estética ni en cuanto a versión móvil, por lo que el interés se fue perdiendo a medida que crecía Facebook, el actual rey de las redes sociales en dicho país.
Los brasileños abandonaron Orkut por varios motivos: el poder de Facebook, el crecimiento de Whatsapp (otra fiebre en el país) y el descubrimiento de una Internet mucho más rica, más variada, que permite que los usuarios hagan mucho más en la red de redes que comunicarse con otras personas. Pero eso no significa que Google Plus esté en peligro, es otra dimensión, no hay relación directa entre una cosa y otra.
Google Plus no es solo una red social, es una plataforma social en la que, además, los usuarios pueden compartir contenido entre ellos. Las comunidades son una fantástica herencia de Orkut, los sistemas de privacidad (círculos) son mucho más intuitivos y directos que en otras redes, la integración con Google Photos es perfecta, las versiones móviles crecen a diario, los «+1» de los textos son cada vez más habituales en muchos medios, la comunidad participa de forma activa, con excelentes feedbacks… Orkut muere como piloto que era, nunca fue tratado como un proyecto «real». Google Plus, en cambio, es algo más que una red social, es un producto estrella que integra (y seguirá integrando) mucho de lo que Google ofrece, adaptándose a lo que la comunidad necesite, eliminando funciones obsoletas e incluyendo lo que las empresas y los usuarios necesiten para poder trabajar y compartir de forma rápida y segura.
No, Google Plus no está muerto.