Excite era en realidad una colección de sitios web y servicios, lanzado en 1995 y muy popular durante sus primeros años. Ofrecía algo semejante a lo que hace, hizo y hará Yahoo: noticias, buscador, información del tiempo, email, chat, página personalizada… contenido que obtenía de decenas de fuentes diferentes.
Un detalle curioso que leo ahora en submarinecrm.com, obtenido del libro In The Plex, de Steven Levy, es que los fundadores de Google, Sergey Brin y Larry Page, presentaron su nuevo motor de búsqueda al entonces CEO de la compañía, George Bell, quien vio una demostración realizada por uno de los primeros ingenieros de Google, Scott Hassan.
Google estaba dispuesto a vender el motor por 1 millón de dólares, pero el CEO de Excite no aceptó la propuesta, pese a haberse quedado impresionado con la demostración.
Uno de los argumentos que dio estaba basado en el modelo de negocio y filosofía de Excite: no estaban interesados en que los usuarios encuentren páginas externas a su portal de forma rápida, ya que de esa forma el tiempo de permanencia en Excite cairía mucho, y lo que pretendían era aumentarlo, no reducirlo. Si ofrecen un buscador rápido y eficaz, los usuarios entrarían en Excite, buscarían, y se irían.
Aunque pueda parecer que fue la peor decisión de la historia, tendríamos que plantearnos si Google sería lo mismo hoy en día en caso de haberse efectuado la compra. Parece evidente que la respuesta es un rotundo NO.