O eso al menos nos hace creer Google X – laboratorio de Google dedicado a investigación y desarrollo – admitiendo que, en efecto, han intentado diseñar un ascensor espacial. Según leemos en FC, el mismo jefe del equipo Rapid Evaluation en Google X Rich DeVaul ha comentado que el desarrollo requeriría de una inversión de capital masiva, pero que tras estar finalizada la construcción, sería una máquina que pudiese llevarnos desde el suelo hasta la órbita terrestre minimizando al máximo los gastos que supone este proceso hoy en día.
En cuanto a los detalles sobre la construcción en sí, el cable o material que serviría como soporte tendría que ser unas 100 veces más duro que el metal más duro del que disponemos actualmente, es decir, se utilizarían nanotubos de carbono para ello. Es ahí donde está el problema, ya que hasta ahora nadie ha conseguido construir un tubo con este tipo de material de más de un metro.
Aunque parecen tener claro el proceso a seguir, la tecnología aún cuenta con numerosas limitaciones y está claro que aún tardaremos unos cuantos años en ver algo así.