El caso es que la justicia de Nueva Zelanda ha solicitado que se entreguen los discos al fundador, Kim Dotcom, para que él los use como considere necesario, preparando la defensa a la acusación que enfrentará en Estados Unidos. Serán copias de toda la información, mientras que la policía guardará los discos con información importante para continuar con el caso.
Comentan en Reuters uno de los motivos de esta decisión:
Los abogados de Dotcom han argumentado que la falta de acceso a la evidencia incautada los puso en desventaja en la defensa contra la extradición.
La audiencia de extradición está programada para agosto, pero puede ser retrasada debido otras decisiones judiciales relacionadas con los procedimientos ilegales que fueron utilizados en la operación policial.
Imaginamos que una vez en manos del fundador de Megaupload, hará todo lo posible por devolver el contenido a sus dueños: los usuarios.