Definamos la automatización de procesos como el uso inteligente de los recursos que nos permiten entregar de forma inmediata, aquello que necesita cada cliente en función de la fase en la que se encuentre su proceso de fidelización con nuestra marca.
¿Podemos establecer por lo tanto una relación entre la automatización de los procesos y las estrategias que nos permiten poner en marcha el motor de la creatividad ilimitada, sumando además, la identificación del valor agregado de nuestra marca?
Para responder esta pregunta debemos adentrarnos en los 3 pilares de eficiencia en la automatización de procesos en busca de la evangelización de nuestros clientes.
¡Multiplicar, más que sumar!
Cuando estás entregando de forma simultánea un correo electrónico con información de relevancia a un cliente que se encuentra en una fase intermedia y un contenido de calidad a un cliente que buscas capturar, la eficiencia de nuestras acciones adquiere un efecto multiplicador.
No podemos olvidar que automatizar procesos es en sí mismo una acción de marketing que nos permite analizar la eficiencia de nuestras acciones a través de un mensaje, una respuesta y la conversión derivada de la acción conjunta de las dos variables.
Eficiencia al servicio de la confianza
Entregar lo que se espera de nosotros es el primer paso para reducir los rebotes. La clave para lograr la máxima eficiencia con la automatización de procesos es que éstos resulten eficaces y nos permitan destinar tiempo y recursos a la generación de vínculos “personales” con nuestros seguidores, a través de la acción social y la construcción de comunidades en torno a los contenidos.
Parametrizar adecuadamente nuestras métricas de forma que nos permitan obtener la información de nuestros clientes de forma segmentada, nos entrega la posibilidad de establecer procesos centrados en dar a cada cliente lo que espera de nosotros y utilizar cada plataforma y herramienta de forma más eficiente para nuestros objetivos.
Seguridad y eficiencia, detonantes de emociones
Debemos recordar que el consumidor no le dice a las marcas que mensajes deben transmitir, aunque sí les exige que lo que entregan sea coherente con el mensaje, es por ello que a mayor cantidad de acciones eficientes pensadas para establecer contacto con los clientes, sea cual sea la fase en la que se encuentren, más confianza de marca se irá construyendo.
La automatización de los procesos es sinónimo de estrategia y planificación, tomarnos el tiempo necesario para analizar qué acciones pueden ayudarnos a crecer como marca, es indispensable para aprovechar las oportunidades derivadas del aumento de visibilidad que experimentará nuestra marca.
Finalmente, no podemos olvidar que, con independencia del tipo de automatización que elijamos, el uso de la tecnología nos permite entregar eficiencia y seguridad en nuestros procesos, variables ambas, que inciden directamente en las emociones de nuestros clientes.