Vender, vender, vender… encontrar un nicho, provocar un impacto, generar la necesidad… encontrar en definitiva esa nueva oportunidad para un “nuevo comienzo”.
En el ciclo del networking nos afanamos por encontrar esa idea, esa alianza, esa palabra clave que impacte en el colectivo de clientes potenciales que siempre soñamos cuanto nos aferramos al “cuento de la lechera”.
En el ciclo de las emociones y el emprendimiento, la búsqueda de aquella necesidad que se transforme en viral y expuesta, no hace sino obligarnos a aprender más cada día, relacionarnos mejor y ahondar en los profundos secretos de las emociones humanas quienes finalmente, tienen las llaves de las ventas y el crecimiento para nuestra marca.
Mensajes simples, directos a las emociones, mensajes que impacten desde los 140 caracteres de impacto y que, principalmente, generen confianza. Cada día, los talentos individuales se sientan frente a las pantallas de sus dispositivos e inician la carrera por la seducción de sus clientes y aliados.
Desde la soledad de sus hogares y ”“ paradójicamente- sin tener ni un minuto de soledad en el mundo virtual, los talentos individuales buscan y se unen a otros talentos a fin de encontrar la fórmula perfecta de las emociones ajenas.
Se busca la venta aunque no se habla de ella. Se busca el crecimiento económico aunque éste objetivo sólo es posible tras establecer vínculos, se busca un negocio de éxito, aunque lo primero que debemos lograr son las palabras clave que definen un mensaje único que impacta en los corazones ajenos.
Buscamos en definitiva, la conquista de un nuevo cliente y mientras esto sucede, nos preguntamos una y otra vez, cómo transformar el concepto potencial en un cliente real… más allá de las reuniones, la elaboración de presupuestos y calendario de acciones, más allá de los “proyectos”… ¿ existe alguna forma de lograr una mayor conversión para nuestras cifras de negocio?
La vertiente romántica de los números. Llamas a clientes y, algunas se transforman en visitas, de éstas, sólo algunas solicitan mayor información y finalmente, unas de fidelizan y otras se pierden.
Así más o menos es como podríamos hacer visible el círculo de captación de clientes. Debemos elaborar estrategias que nos permitan obtener emociones distintas de cada estadística. De forma que, en acción simultánea logremos mantener a quien no está convencido, motivar a quién ya se convirtió y ofrecer un valor agregado a quien nos demanda una necesidad nueva acorde con nuestro mensaje.
Como siempre…los números son tan románticos que, a mayor cantidad de contactos más posibilidades de captar emociones (necesidades ajenas)
Planificación, ¡no salgamos sin una estrategia! Cuidado… alerta, lanzarse al social media sin planificar nuestra estrategia es simplemente una locura. Debemos tener presente además que transitamos por un universo que no se detiene, lo que nos obliga a revisar nuestras estrategias y planes con una periodicidad constante. La consigna es no perderse ninguna información de la que nos entregan los usuarios, ya que ahí están las claves de la conversión.
¡Planifica acciones yo objetivos, verás como lo que hagas se transforma en nuevas oportunidades!
Hola… ¿contactos? Pensemos por un momento; ¿qué es lo que hace de la promoción en redes un hecho en tiempo real? Está claro que nuestras redes son lo más valioso que disponemos para “hacer viajar” nuestra marca. Aprovecha tus contactos más fidelizados, son los orígenes de la suma de influencias que… progresivamente, irás conformando con tus clientes fidelizados.
Segmentación, si no eres “experto” no generas confianza. Vivimos en un momento en el que los mercados e industrias se disgregan, nos especializamos, desarrollamos una cualidad, un talento único, una habilidad acuñada con los años, la experiencia y nuestras cualidades únicas. Es gracias a la suma de talentos que se logran hoy las experiencias únicas.
No abandones. Y finalmente, cuando ya sabemos que sólo gracias al trabajo constante, a la formación permanente y al seguimiento exhaustivo de los planning, es que generamos la energía que mueve a las oportunidades, no es un tema menor cerrar esta reflexión con una recomendación adicional; no te rindas.
A veces los obstáculos son fuertes, las crisis se desatan y nos ponen frente a errores de cálculo, planificación o estrategia, en ocasiones el camino hacia la influencia y la consolidación de una marca, se torna arduo e inquebrantable, es en ese momento cuando la desconexión es necesaria, cuando tomar distancia nos permite renovarnos y cuando debemos hacer acopio de todas nuestras reservas de paciencia y constancia. Nunca abandones a mitad de camino, las oportunidades están ahí y… si algo no funcionó, al menos ya podemos descartarlo…. ¡estamos más cerca del éxito!
Recordemos siempre que lo que debemos entregar es confianza ya que hoy, es la única de transformarse en ventas e influencia.