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Qué es, y qué no es, un Community Manager

Resulta curioso y cuando menos sorprendente evaluar en profundidad los requisitos y caracterí­sticas inherentes a una de las “nuevas profesiones” con mayor demanda y auge tras la eclosión de las redes sociales y principalmente, tras la toma de conciencia de las marcas y las empresas sobre la importancia de construir un entramado social.
Hablamos de los Community Manager, nuevo profesionales al servicio de las marcas que se encargan de aglutinar a usuarios atraí­dos por los bienes, servicios, informaciones y contenidos, que son de interés general para potenciales clientes y obviamente, para los resultados especí­ficos esperados por las marcas.
Si nos retrotraemos un poco en la historia, nos daremos cuenta que la figura del Community Manager ha existido siempre y en todos los ámbitos, así­ los departamentos de marketing y publicidad de la organizaciones construidas bajo los paradigmas tradicionales, los emprendedores dueños de locales de las ciudades que informaban sobre sucesos y tendencias de interés, son algunos ejemplos de una profesión que siempre ha existido y que únicamente adquiere un aspecto innovador en este nuevo ciclo en el que son las figuras asociadas al emprendimiento como sinónimo de productividad eficiente, las que se consolidan como las más relevantes para el nuevo modelo.
Ahora bien seamos honestos… si hasta ahora las funciones inherentes a un Community Manager no están claras, aún más difuso es para las marcas la identificación de los beneficios reales procedentes de sus acciones.
Y mientras la confusión persiste, ya existen varios estudios oficiales que forman este tipo de profesionales.
De lo que no cabe ninguna duda es que los Community Manager son la evolución natural de las jefaturas de prensa, las mismas responsabilidades relacionadas con las confidencialidad y el mantenimiento de la calidad asociada a la marca de entonces, se requieren ahora, con el añadido que hoy, las marcas cuentan cada vez más con dos profesionales separados, uno para medios y otro para las redes sociales.

Definir con exactitud qué es un Community manager no es una labor sencilla, podrí­a sostenerse que es sobre quien reposa la reputación asociada a la marca, son quienes fomentan la puesta en escena de las relaciones entre las personas y las marcas.
La comprensión de Internet no se logra sino viviendo en Internet, únicamente a través de la comprobación empí­rica de las distintas respuestas a cada Tweet y «me gusta» a cada texto, es que se logra conocer levemente el alcance del modelo de negocios que se desarrolla en la red.
De lo que no cabe ninguna duda también, es que es una profesión soñada… la oferta en aumento de formación online y los postgrados oficiales que se imparten en muchas universidades, así­ lo avalan.
En un esfuerzo por seguir avanzando en la concreción de los requerimientos especí­ficos de un Community Manager es centrándonos en la intrí­nseca relación que existe entre la debacle que se vive en el mundo real y el desarrollo fresco y dinámico de la red.
Con independencia de la concreción final que se logre de la profesión, el Community manager simboliza la apertura, la capacidad de unirse en comunidades y lograr nuevos comienzos, nuevas necesidades, nuevas satisfacciones, nuevas alianzas y sinergias, simboliza en definitiva, la evolución y el desarrollo.
La relación que se establece entre el Community manager y la marca fomenta la creación de nuevas necesidades, logrando el equilibrio perfecto en el que todos los intervinientes ganan.
La conectividad permanente es esencial para un Community Manager, es bien cierto que no se sabe a ciencia cierta cuales son las funciones, pero sí­ se conoce el momento exacto en el que una campaña cala en ellos, se sienten identificados y comienzan a participar activamente, la comunidad comienza a crecer.
En definitiva se puede afirmar que un Community manager es quien conoce Internet a fondo y los códigos de conducta social aceptados y requeridos para ser parte activa de la red, es quizá debido a ese requerimiento de compromiso con los valores, que la demanda se multiplica mientras que la oferta no aumenta, ser un buen Community Manager es estar comprometido con el aumento de la calidad de la red.
Es muy importante por último, tener clara la diferencia entre cualidades y atributos y conocimientos, es evidentes que a mayor nivel de empatí­a, mayores dotes de liderazgo y creatividad y alto nivel intelectual, más capacitado y maduro resultará un profesional, sin embargo, es esencial que sepa comprender los métodos asociados a la gestión eficiente de comunidades, transmitir las ideas fuerza a los administradores, abrir dinámicas y conversaciones tendentes a la obtención de nuevas ideas y por último, lograr poner en marcha estrategias eficaces basadas en nuevos enfoques obtenidos del estudio y análisis de las ideas y sugerencias comunes.
Funciones aún difusas pero que nos aportan información clara sobre lo que no debe ser un Community Manager, lo importante es el conocimiento profundo de la red y el compromiso con la calidad, ahí­ radican los grandes desafí­os de una profesión en alza cuya formación es tan dinámica y cambiante como el medio en el que se desarrolla.

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