El universo está lleno de sorpresas, y entre los casi 6,000 exoplanetas confirmados en la Vía Láctea, algunos desafían toda lógica. Un caso extremo es WASP-121b, un Júpiter ultracaliente apodado Tylos, cuya atmósfera ha sido mapeada en 3D por primera vez. Este hito, logrado con el espectrógrafo ESPRESSO del Observatorio Europeo Austral (ESO), ofrece una mirada sin precedentes a un mundo tan hostil que hace que Venus parezca un lugar acogedor.
Un planeta extremo
Ubicado a unos 900 años luz en la constelación de Puppis, Tylos orbita su estrella en solo 30 horas. Esta cercanía genera temperaturas superiores a 2,700°C (4,900°F), con un lado permanentemente expuesto a un infierno abrasador y otro sumido en la oscuridad perpetua. Este clima extremo ha intrigado a los científicos durante años, pero la reciente cartografía 3D de su atmósfera ha revelado una dinámica climática todavía más extraña de lo imaginado.
La tecnología detrás del descubrimiento
ESPRESSO, un potente espectrógrafo que combina la luz de los cuatro telescopios del Very Large Telescope (VLT), permitió analizar la composición atmosférica del planeta con una precisión sin precedentes. Gracias a esto, los científicos pudieron detectar la distribución de elementos a distintas alturas: hierro en las capas profundas, sodio en la atmósfera media e hidrógeno en la parte superior.
Este estudio marca la primera vez que se logra una diferenciación tan detallada en la atmósfera de un exoplaneta, proporcionando pistas clave sobre su dinámica atmosférica y comportamiento meteorológico.
Vientos de metal y lluvia de gemas
Uno de los hallazgos más sorprendentes es la presencia de corrientes de chorro que giran a velocidades extremas alrededor del ecuador de Tylos, moviendo nubes de metales vaporizados más rápido de lo que el propio planeta rota. Además, se detectó un patrón de circulación atmosférica diferente en las capas bajas, transportando gases desde el abrasador lado diurno hacia el más frío lado nocturno.
Pero lo más asombroso es que en Tylos podría llover rubíes y zafiros. Su atmósfera está cargada de metales como el hierro y el titanio, y la detección de este último es particularmente novedosa. En estudios previos, el titanio pasó desapercibido porque se encontraba en capas profundas de la atmósfera. Con estas nuevas observaciones, se confirmó su presencia y su participación en el clima extremo del planeta.
Desafiando el conocimiento sobre climas planetarios
Las condiciones de Tylos plantean un reto a las teorías actuales sobre meteorología planetaria. Como explica la investigadora del ESO, Julia Victoria Seidel: «La atmósfera de este planeta se comporta de formas que desafían nuestra comprensión de cómo funciona el clima, no solo en la Tierra, sino en todos los planetas conocidos».
Desde WWWhatsnew, creemos que estos hallazgos no solo nos ayudan a entender exoplanetas extremos, sino que también podrían darnos pistas sobre la evolución de las atmósferas en nuestro propio Sistema Solar. Con tecnologías más avanzadas, quizá pronto podamos estudiar con el mismo detalle mundos con condiciones más favorables para la vida.