Hablemos de uno de esos pequeños trucos de tecnología que pueden hacer tu vida mucho más sencilla: convertir un viejo smartphone en una cámara de seguridad para tu casa. Imagínate la situación: hace años, compraste ese teléfono que en su momento era lo último en tecnología, pero ahora está relegado al olvido en algún cajón. ¿Por qué no darle una segunda vida?
Primero, ¿cuántas veces has pensado en mejorar la seguridad de tu hogar pero no quieres invertir en costosos sistemas de vigilancia? Yo mismo he estado en esa situación. Era una tarde de domingo, y mientras ordenaba un poco me encontré con mi antiguo Android. Fue entonces cuando se me ocurrió: «¿Por qué no hago algo útil con esto?» Y, buscando un poco en internet, me topé con esta brillante idea.
Bueno, lo primero es descargar una aplicación que haga el trabajo pesado por ti. Hay varias buenísimas y gratuitas como Alfred o Manything que te ofrecen lo básico para empezar. Instalé Alfred en mi viejo teléfono y debo decir que la configuración fue sencillísima. Solo tienes que iniciar sesión con tu cuenta de Google en ambos dispositivos – el teléfono que usarás como cámara y tu teléfono actual.
La parte divertida llega cuando tienes que pensar dónde colocar la cámara. Yo me fui por lo tradicional: el recibidor. Pero puedes ponerte creativo. ¿Cocina? ¿El jardín para ver si tus plantas siguen vivas? Las posibilidades son infinitas, y todo lo que necesitas es un soporte o, en mi caso, una pila de libros y cinta adhesiva. No es glamuroso, pero funciona. Ah, y asegúrate de que el teléfono esté cerca de una fuente de alimentación. No querrás que tu nueva cámara de vigilancia muera en medio del día, ¿verdad?
Otra cosa estupenda es que estas apps suelen ofrecerte funciones interesantes como la detección de movimiento e incluso alertas que te llegan directamente al teléfono. Imagina estar en la oficina y recibir una notificación de que alguien ha entrado en tu casa. La primera vez que me pasó, sentí un nudo en el estómago, pero resultó ser mi vecino recogiendo un paquete para mí.
Hablando de vecinos, ¿alguna vez has sentido que alguien pudiera estar husmeando demasiado en tu jardín? Puedes colocar tu nueva cámara en la ventana que da hacia el jardín. La paz mental no tiene precio.
Si eres un techie, probablemente disfrutes experimentando con estas cosas. Puedes usar apps más avanzadas que te permitan grabar en la nube o incluso conectarlas a otros dispositivos inteligentes de tu casa, como luces que se encienden automáticamente si detectan movimiento. Pero si eres más del tipo que dice «mientras funcione, está bien», las opciones básicas seguramente cubrirán todas tus necesidades.
Siguiendo con el tema, algo que me sorprendió gratamente fue la calidad del video. Claro, no es alta definición 4K, pero es suficientemente buena como para reconocer caras y ver detalles importantes. Yo creo que es asombroso que un teléfono que estaba destinado a juntar polvo ahora esté vigilando mi hogar.
Y si te preocupa la seguridad de las grabaciones, la mayoría de estas apps tienen opciones seguras de almacenamiento online. Puede que desees configurarlo dependiendo del tipo de red Wi-Fi que utilizas en casa para evitar posibles hackeos.
Por último, una advertencia: asegúrate de que tus vecinos sepan que tienes una cámara en caso de que apunte hacia áreas comunes. No querrás problemas por invadir la privacidad ajena.
Para resumir, reutilizar tu viejo smartphone como cámara de seguridad no solo es una forma inteligente de darle un segundo uso, sino que también te ofrece tranquilidad de manera muy económica y sencilla. Así que desempolva ese teléfono y ponlo a trabajar.