Este 2023 hemos tenido grandes descubrimientos en el mundo de la ciencia.
Entre ellos tenemos el estudio de la proteína HSP47 en osos durante la hibernación, que podría llevar a tratamientos preventivos para la trombosis en humanos, los patrones de coloración en las alas de las mariposas monarca, que pueden inspirar diseños de drones más eficientes, o el que la planta athel tamarisk excreta sales en sus hojas para recolectar agua del aire, una estrategia que podría mejorar las técnicas de obtención de agua en regiones áridas.
Pero de todos ellos, me quedo con el descubrimiento de que algunas larvas de camarones y langostinos pueden camuflar sus ojos con una capa de cristal que refleja la luz.
Se trata de un avance significativo en el entendimiento de las estrategias de camuflaje en el reino animal. Este mecanismo evolucionado por estas criaturas marinas les permite ocultarse eficazmente de los depredadores.
En la naturaleza, muchos animales utilizan el camuflaje para sobrevivir, y la transparencia es una estrategia común entre las criaturas marinas para hacerlo. Sin embargo, una limitación de ser transparente es que los ojos de los animales suelen reflejar la luz, lo que puede revelar su ubicación a los depredadores. En este caso, los investigadores descubrieron que ciertas larvas de camarones y langostinos han superado esta limitación evolucionando ojos cubiertos con una especie de vidrio que manipula la luz, lo que les permite coincidir con el color del agua circundante y, por lo tanto, volverse invisibles.
El vidrio que cubre sus ojos está compuesto de pequeñas esferas de un material llamado isoxantopterina, cada una de las cuales refleja la luz como pequeñas bolas de discoteca. Estas esferas forman un arreglo desordenado con huecos entre ellas, lo que permite que los crustáceos aún puedan ver a través de ellas. El escudo de vidrio puede reflejar diferentes colores de luz, desde azul profundo hasta verde amarillento, dependiendo de las necesidades de camuflaje del animal.
Esta capacidad de manipular la luz tiene potenciales aplicaciones en diversas tecnologías humanas. Por ejemplo, el estudio de estas esferas podría informar el desarrollo de nuevas tecnologías de manipulación de la luz en paneles solares, sensores remotos y comunicaciones. Además, debido a que las esferas crean un color uniforme, podrían inspirar el desarrollo de pinturas o cosméticos ambientalmente amigables.
La investigación sobre estas pequeñas esferas de isoxantopterina podría conducir a importantes innovaciones en cómo los humanos utilizan y manipulan la luz en diversas aplicaciones, estaremos atentos.