La capacidad de controlar nuestros sueños ha sido un objetivo perseguido por científicos desde la década de 1950. Ahora, investigadores de REMspace han llevado este desafío un paso más allá al explorar la estimulación eléctrica del córtex cerebral durante el sueño para influir en los sueños de manera significativa. Esta innovadora investigación, llevada a cabo por los científicos M. Raduga y A. Shashkov, ha demostrado perspectivas prometedoras en el campo del control de sueños y abre la puerta a la posibilidad de evocar sensaciones, movimientos e incluso emociones dentro de los sueños.
Los resultados, publicados en un preprint disponible en ResearchGate, revelan cómo la estimulación cerebral durante los sueños puede interactuar con objetos oníricos y desencadenar sueños lúcidos sin despertar al individuo.
La búsqueda de controlar los sueños y los desafíos anteriores
Durante décadas, los científicos han intentado encontrar métodos efectivos para controlar los sueños. Muchos de estos intentos se han basado en proporcionar estímulos sensoriales, como sonidos y olores, a personas mientras duermen. Aunque estas exposiciones pueden afectar el contenido de los sueños, su eficacia ha sido limitada. La capacidad de estimular directamente el córtex cerebral durante el sueño y manipular los sueños de manera más precisa y efectiva ha sido un objetivo de interés en este campo de investigación.
La investigación de REMspace y sus hallazgos
El equipo de investigadores de REMspace decidió probar la estimulación eléctrica del córtex cerebral durante el sueño mediante la implantación de electrodos en un ser humano. El sujeto elegido fue uno de los propios investigadores, Michael Raduga, quien previamente había sido entrenado en la inducción de sueños lúcidos. Esta habilidad le permitió rastrear cómo la estimulación eléctrica de los dedos penetraba en el sueño y cómo interactuaba con los objetos presentes en sus sueños. Un descubrimiento interesante fue que esta estimulación no despertaba al individuo, lo que sugiere que se puede influir en los sueños sin interrumpir el ciclo de sueño.
La EBS durante la vigilia genera sensaciones similares a espasmos y produce movimientos de los dedos. A medida que se incrementa la intensidad de la corriente de estimulación, las sensaciones y los movimientos son más notorios.
La Estimulación Eléctrica Cerebral durante el sueño REM se ha demostrado segura para el participante. A pesar de que puede provocar despertares ocasionales, también se ha observado que puede alterar los sueños, incorporándolos en la trama de estos.
La investigación también se centró en la estimulación durante los sueños lúcidos y la parálisis del sueño. Durante los sueños lúcidos, el participante experimentó sensaciones espasmódicas. Por otro lado, durante la parálisis del sueño, se produjeron percepciones falsas de espasmo. Estas etapas del sueño pueden ofrecer un terreno único para investigar el papel del EBS.
Perspectivas y aplicaciones futuras
Este innovador experimento ha demostrado perspectivas prometedoras para el control de sueños mediante la estimulación del córtex cerebral. La capacidad de evocar sensaciones, movimientos e incluso emociones en los sueños abre un amplio abanico de posibilidades. Además, estas señales también pueden servir como indicios para inducir sueños lúcidos. Los investigadores están ahora en busca de inversores interesados en continuar el desarrollo de esta tecnología.
En investigaciones anteriores, el equipo de REMspace ya había demostrado la decodificación del habla a partir del sueño y la posibilidad de «contactos alienígenas» que pueden surgir de sueños lúcidos espontáneos. Estos descubrimientos apuntan a un futuro en el que podamos tener un mayor control y comprensión de nuestros propios sueños.
Estamos ante un terreno nuevo y emocionante en la investigación del sueño. Sin embargo, como toda tecnología emergente, es fundamental proceder con cautela. Los hallazgos de este estudio son un comienzo prometedor, pero también nos recuerdan lo mucho que aún no comprendemos sobre el sueño y la conciencia. Con cada nuevo descubrimiento, nos acercamos un paso más a desvelar los misterios de nuestro cerebro.