Imagen: Adaptada de ACS Nano 2023, DOI: 10.1021/acsnano.3c00467
Un equipo de investigadores ha desarrollado un material que cambia de color cuando los medicamentos o productos sensibles a la temperatura exceden los límites de seguridad. Este avance podría tener un impacto significativo en la industria farmacéutica y en la cadena de suministro de productos médicos. La investigación, publicada en ACS Nano, presenta un nuevo enfoque basado en colores estructurales que ofrece una forma más eficiente y sostenible de monitorear y garantizar la calidad de los productos durante el transporte y almacenamiento.
Colores estructurales: una solución inteligente
En lugar de utilizar tintes o sensores electrónicos, el equipo de científicos decidió emplear colores estructurales para su sistema de indicadores de temperatura. Estos colores se basan en nanopartículas de dióxido de silicio recubiertas con glicerol, que pueden formar microcristales en presencia de agua. Cuando estas nanopartículas se agrupan, reflejan colores brillantes como el verde o el rojo.
Un material adaptable y sensible
El siguiente paso fue desarrollar una solución líquida con puntos de fusión variables, utilizando una mezcla de polietilenglicol, etilenglicol y agua. Al combinar las nanopartículas con esta solución, se creó un material capaz de cambiar de color de forma irreversible cuando la temperatura supera cierto umbral. El tiempo de respuesta y la temperatura de cambio de color se pueden personalizar para adaptarse a diferentes productos y requisitos.
Aplicaciones prácticas
Como prueba de concepto, los investigadores integraron este material de cambio de color en tapas de viales y códigos QR. Cuando los medicamentos se exponen a temperaturas por encima de los límites recomendados, el material cambia de color, pasando de verde a incoloro, lo que indica claramente que se ha producido un aumento de temperatura. Esta característica puede ser especialmente valiosa para productos como las vacunas contra el COVID-19, que deben mantenerse a bajas temperaturas para garantizar su eficacia.
Una solución sostenible y eficiente
Este nuevo enfoque basado en colores estructurales ofrece numerosas ventajas sobre las opciones tradicionales. A diferencia de los tintes convencionales, que pueden desvanecerse a temperaturas de congelación, este material mantiene su capacidad para cambiar de color incluso en condiciones extremas. Además, evita la generación de residuos electrónicos asociados a los sensores electrónicos, lo que lo convierte en una solución más sostenible.
Hacia una cadena de suministro más segura y confiable
La capacidad de monitorear y garantizar la calidad de los medicamentos y productos sensibles al calor en la cadena de suministro es crucial. Este nuevo material de cambio de color ofrece una forma práctica y eficaz de detectar desviaciones de temperatura, lo que permite una respuesta rápida para evitar la pérdida de productos o la administración de medicamentos ineficaces. Además, su versatilidad y adaptabilidad lo convierten en una solución prometedora para una amplia gama de aplicaciones en la industria farmacéutica y más allá.