Los videos que supuestamente exponen a ladrones y delincuentes en TikTok han generado un debate en torno a sus consecuencias sociales y culturales. Estos contenidos, que algunos usuarios defienden como una forma de alertar a la ciudadanía y crear conciencia, pueden ser percibidos como una amenaza a la seguridad y la convivencia en las comunidades.
El fenómeno de las «alertas ciudadanas» en TikTok
En la popular plataforma de TikTok, ha surgido una tendencia que involucra a usuarios compartiendo videos de supuestos ladrones y otros criminales de menor cuantía. Estas cuentas, como @london_content, alegan tener el objetivo de advertir a la población sobre posibles delincuentes y concienciar sobre el tema. Sin embargo, la proliferación de este tipo de contenidos ha generado preocupación por sus posibles efectos negativos en la sociedad.
Aumento del miedo y la paranoia
Una de las principales críticas a estos videos es que pueden fomentar el miedo y la paranoia en las comunidades. Al mostrar imágenes de personas supuestamente involucradas en delitos, estos contenidos pueden contribuir a la creación de estereotipos y prejuicios raciales. Además, al poner en el foco a personas que no han sido declaradas culpables, estos videos podrían exponerlas a situaciones de acoso, abuso o incluso violencia.
La falsa narrativa del aumento de la delincuencia
Otro problema asociado a este tipo de contenidos es la posible construcción de una narrativa falsa sobre el aumento de la criminalidad. A pesar de que las tasas de delincuencia en general han disminuido, los videos que muestran robos y otros delitos menores pueden generar la percepción de que la criminalidad está en aumento. Esta idea puede llevar a demandas de mayor vigilancia, más policía y dispositivos de seguridad, lo que a su vez podría incrementar el alcance del estado carcelario.
El papel de la vigilancia ciudadana y sus consecuencias
Algunos usuarios de TikTok han adoptado roles de vigilantes, siguiendo y filmando a personas a las que sospechan de cometer delitos. Si bien pueden argumentar que lo hacen en busca de justicia y concienciación, su accionar puede tener efectos contraproducentes.
Cuando los ciudadanos se convierten en vigilantes y se dedican a perseguir y filmar a supuestos delincuentes, se corre el riesgo de que se cometan errores y se acuse a personas inocentes. La justicia por mano propia no solo puede poner en peligro a los presuntos delincuentes, sino también a quienes se ven involucrados en situaciones de acoso o violencia.
Los videos que muestran presuntos delitos pueden generar divisiones en las comunidades al fomentar la desconfianza y la hostilidad hacia ciertos grupos o individuos. En lugar de promover la empatía y la solidaridad, estos contenidos pueden alimentar la ira y la animosidad, lo que puede llevar a la aparición de comportamientos vigilantes.
El debate en torno a los videos de supuestos delincuentes en TikTok, comentado con detalle en Wired, pone de manifiesto la complejidad de las dinámicas sociales y culturales en la era digital. Si bien la intención de alertar a la ciudadanía y crear conciencia sobre la delincuencia puede ser válida, es fundamental analizar las consecuencias de este tipo de contenidos y su impacto en la sociedad.