Hace pocas horas saltaba la alarma con la publicación de un estudio que demuestra que el núcleo de la Tierra está frenando, existiendo la posibilidad de que acabe parando y después girando en sentido contrario.
El estudio llega desde China, disponible en este enlace, y comentado en medios como National Geographic, donde hacen referencia a otro artículo de Nature en el que explican la situación.
Los responsables por el estudio son Yi Yang y Xiaodong Song, dos investigadores del Instituto de Geofísica Teórica y Aplicada de la Universidad de Pekín, en China.
El estudio mencionado sugiere que el giro del núcleo de la Tierra se ha frenado y está girando a una velocidad menor en los últimos años. Los investigadores han analizado ondas sísmicas producidas por terremotos en Alaska y las Islas Sandwich del Sur para llegar a esta conclusión. Sin embargo, es importante mencionar que este estudio es reciente y requiere de más investigación y análisis para confirmar esta hipótesis.
Para analizar con detalle el tema, empecemos desde el principio.
¿Por qué gira el núcleo de la tierra?
El núcleo de la Tierra gira debido a la rotación de la Tierra alrededor de su eje. La rotación de la Tierra causa un efecto que hace que el núcleo gire en la misma dirección que la Tierra, pero a una velocidad ligeramente diferente. Además, el núcleo interno de la Tierra está compuesto de hierro y níquel en estado líquido, los cuales tienen una cierta cantidad de movimiento propio debido a la convección termal, lo cual también contribuye a su rotación.
Estamos hablando de una masa enorme de metal girando a más de 5.000 km de profundidad, y eso tiene un efecto tremendo en la superficie.
Cómo afecta el giro del núcleo en la superficie de la Tierra?
El giro del núcleo de la Tierra tiene varios efectos importantes en nuestro planeta. Uno de ellos es la generación de un campo magnético terrestre, que es esencial para proteger a la vida en la Tierra de las partículas cargadas del sol, conocidas como viento solar. Este campo magnético también es responsable de la formación de las auroras boreales y australes.
Otro efecto importante del giro del núcleo es la dinamo geomagnética, que es el proceso por el cual el movimiento del núcleo líquido genera electricidad en el campo magnético terrestre. Esta electricidad, a su vez, ayuda a mantener el campo magnético y también contribuye a la generación de corrientes eléctricas en la corteza terrestre.
Aunque lo más importante es la creación del campo magnético, el giro del núcleo también tiene un efecto en la tectónica de placas, ya que contribuye a la generación de calor y movimiento en la corteza terrestre.
¿Qué pasaría si el núcleo de la Tierra para de girar?
Primero vamos a dejar claro que el núcleo no ha parado ni seguramente parará de forma indefinida en el futuro. Es posible que frene, que acelere después, o que cambie de sentido de giro, como apunta el estudio.
Si el núcleo para, el campo magnético puede desaparecer, o disminuir, y eso elimina o reduce la protección hacia los vientos solares. Sin él, la vida en la Tierra estaría expuesta a niveles mucho más altos de radiación cósmica y viento solar, lo que podría tener efectos devastadores en la vida en la Tierra, incluyendo la extinción masiva de especies.
Además, el cese del giro del núcleo también afectaría a la dinamo geomagnética, lo que significaría que no habría corrientes eléctricas y calor generado en el campo magnético terrestre, lo que a su vez afectaría a la tectónica de placas y al clima.
El cese del giro del núcleo también podría causar cambios en la rotación de la Tierra, lo que podría causar desplazamientos en los polos y cambios en el clima global.
Un cambio en su movimiento podría invertir los polos, cambiar el polo magnético por el sur magnético, lo que también tendría efectos en la superficie.
¿Qué pasaría si se invierte el campo magnético de la Tierra?
Este proceso ocurre cíclicamente cada cientos de miles de años y se cree que está relacionado con los cambios en el movimiento del núcleo interno de la Tierra.
Durante una inversión del campo magnético, la intensidad del campo puede disminuir significativamente, lo que podría exponer a la vida en la Tierra a niveles más altos de radiación cósmica y viento solar, pero una vez se estabilice, todo podría volver a la normalidad.
Estos cambios pueden ser significativos, no son necesariamente catastróficos y la vida en la Tierra ha sobrevivido a varias inversiones del campo magnético a lo largo de su historia.
¿Tenemos que preocuparnos?
De momento no. Es un estudio pequeño que ayuda a comenzar una investigación mayor, por lo que es mejor no alarmarse antes de tiempo y estar atentos a las conclusiones que saquen investigadores de diferentes partes del mundo.
No se ha identificado variación en la intensidad del campo magnético de la Tierra durante los últimos años, por lo que puede ser que dicho campo no se genere solo a partir de la velocidad del núcleo y sí con otros factores, siempre relacionados con el movimiento del interior de nuestro planeta.
Por otro lado parece ser que cada cierto tiempo hay frenazos del núcleo semejantes a los detectados, aunque hasta ahora no se habían detectado por falta de medios.