Seguramente ya sabrás que muchos móviles cuentan con una función que permite mostrar la información con la llamada «luz azul», una luz que muchos aseguran ser beneficiosa para la vista.
Los móviles utilizan tecnología de pantalla de retroalimentación de luz para mostrar contenido en la pantalla. La luz azul se produce mediante la adición de un filtro de color azul a esta retroalimentación de luz. Este filtro reduce la emisión de color rojo y amarillo, de esta manera se genera una mayor cantidad de luz azul.
Por otro lado tenemos los modos de lectura o noche, que reducen la cantidad de luz azul emitida para mejorar la experiencia visual y ayudar a evitar la fatiga visual.
El caso es que la luz azul de los dispositivos móviles se considera mejor para la vista en comparación con la luz amarilla tradicional debido a que se asemeja más a la luz natural del día. Esto puede hacer que sea más fácil para los ojos adaptarse a la luz del dispositivo y reducir la fatiga visual a medida que se usa durante períodos prolongados.
Por otro lado, también puede ayudar a regular el ritmo circadiano del cuerpo, lo que puede mejorar el sueño y el bienestar general.
El ritmo circadiano es un proceso natural en el cuerpo humano que se refiere al patrón de cambios fisiológicos y comportamentales que ocurren en un ciclo de 24 horas. Se controla por un reloj biológico interno del cuerpo, llamado reloj circadiano, ubicado en el hipotálamo, que sincroniza los procesos biológicos del cuerpo con la rotación de la Tierra, por eso aconsejan no usar pantallas antes de dormir, para que el cuerpo sepa que no es de día, que no hay luz, que es hora de acostarse.
Algunos ejemplos de cambios circadianos incluyen la liberación de hormonas como la melatonina, que regula el sueño, la temperatura corporal, que se mantiene más baja durante la noche y aumenta durante el día, la frecuencia cardíaca y la presión arterial, que también fluctúan a lo largo del día y el metabolismo y la sensación de hambre, que tienden a ser más bajos por la mañana y aumentar durante el día. La tecnología puede afectar a ese ritmo, por lo que es importante tenerlos en cuenta para no engañar demasiado a nuestro querido hipotálamo.
Es posible que dentro de miles de años, cuando la evolución haga su trabajo, todo esto deje de tener sentido, pero de momento aún mandan nuestras antiguas costumbres de regirnos por la luz del Sol.