Durante los últimos años hemos visto un incremento de la cantidad de dispositivos inteligentes para el hogar. Crear un hogar inteligente ya no es cosa de ricos, cualquiera puede poner termostatos, luces, asistentes y hasta cortinas que se mueven con energía solar, y todo por un precio bastante reducido.
La tendencia es ir en aumento, ya que pedir a Alexa que apague las luces del jardín, o definir rutinas inteligentes cuando estamos de vacaciones, es algo que muchos agradecen.
En el trabajo la cosa no es diferente. Nuestros despachos tienen programas y dispositivos que aumentan bastante la productividad, reduciendo las tareas monótonas y permitiendo que nos dediquemos a lo que las máquinas no pueden hacer.
Por otro lado tenemos a los sistemas de inteligencia artificial, capaces de tomar decisiones sin necesidad de intervención humana. Es impresionante ver cómo la inteligencia artificial cambia la forma en que trabajamos y vivimos en el hogar, y lo seguirá haciendo durante los próximos años. Los termostatos y las lámparas se ajustarán en función de la previsión del tiempo, las cámaras de seguridad sabrán dónde apuntar, en qué momento y con qué intensidad, el consumo de luz se regulará de forma automática en función de su precio, los robots de cocina tendrán en cuenta la habilidad culinaria del usuario y su evolución… será un no parar.
La realidad virtual y aumentada también tendrán un papel importante, tanto en el trabajo como en el hogar. Las reuniones virtuales serán más realistas, y el trabajo remoto podrá ser realmente efectivo en tareas en las que se necesite una acción manual. Operar a un paciente a 1000 km de distancia usando Realidad Virtual, moviendo un robot a distancia, con latencia cero, será posible dentro de pocos años.
En lo que respecta a la tecnología de impresión en 3D, ya está claro que afectará tanto al mercado inmobiliario como a la forma en que producimos y consumimos bienes. Cada vez será más fácil imprimir la bola de Navidad deseada en casa, o incluso imprimir platos de comida, o un dispositivo que no encontramos en el mercado.
En general está claro que la robótica y la automatización afectarán a los trabajos en el futuro, así como a nivel personal. Los sistemas que crean imágenes o redactan textos tendrán una presencia cada vez más habitual en todos los sectores, incluyendo el educativo, y eso es algo que no podemos ignorar.
Es importante también mencionar la tecnología de transporte y cómo cambiará la forma en que nos desplazamos en el hogar y en el trabajo. Ya no hablo solo de coches voladores, dirigibles o sistemas subterráneos de alta velocidad, hablo de economía, de evitar el transporte privado y de reducir las emisiones de carbono usando únicamente energía eléctrica con fuente renovable. Uno de los mayores cambios en la tecnología de transporte en el futuro será la implementación de vehículos autónomos en las calles y carreteras. Esto podría cambiar la forma en que nos desplazamos tanto en el hogar como en el trabajo, ya que los vehículos autónomos podrían ofrecer un medio de transporte más seguro, eficiente y sostenible.
Por último, mencionar la tecnología de transporte aéreo para entrega de paquetes. Los drones y otros vehículos aéreos no tripulados están siendo desarrollados y utilizados en una amplia gama de aplicaciones, desde la entrega de paquetes hasta el transporte de personas, y eso afectará bastante a cómo funciona el sistema de entrega en las grandes ciudades.
Se acercan años interesantes, y será necesario que la humanidad esté preparada para ese cambio, ya que mucha gente tendrá que realizar un cambio de actividad ante la llegada de tanta automatización.