El principal punto de producción de iPhones, la planta de Foxconn en la ciudad de Zhengzhou, China, ha sido el centro de agitadas manifestaciones de sus trabajadores.
Los empleados de esta planta han estado protestando en contra de las condiciones laborales que han tenido que enfrentar últimamente, marcadas por el retraso de algunos pagos, el incumplimiento de los montos ofrecidos como sueldo e incluso la falta de alimentos.
Agitadas manifestaciones en la “ciudad iPhone”
La mencionada fábrica de Foxconn, que es la más grande dedicada a esta tarea, es conocida también bajo el nombre de «ciudad iPhone», pues en aquella planta se produce alrededor del 70% de todos los iPhones que posteriormente circulan a nivel global.
Las manifestaciones de los trabajadores de esta planta se centraron en las irregularidades cometidas por Foxconn con respecto al pago de algunos sueldos, por la retención de los pagos de bonos y por las estrictas políticas sanitarias aplicadas por China.
Estas protestas, que iniciaron con fuerza este martes, sacaron a relucir casos en que los empleados se desplazaron por largas distancias para trabajar en esta fábrica, motivados por promesas económicas que la empresa finalmente no cumplió.
De acuerdo con un reporte de la agencia AP, Li Sanshan, uno de los empleados afectados, comentó que renunció a un trabajo de catering una vez que vio un anuncio que prometía 25.000 yuanes (3.500 dólares) por dos meses de trabajo en la “ciudad iPhone”, monto que representaba un incremento significativo en relación al salario promedio para este tipo de trabajo en el área.
Según Li, una vez que llegaron los empleados atraídos por esta oferta, la compañía les comunicó que tenían que trabajar dos meses más con un salario inferior, para posteriormente acceder al pago prometido de 25.000 yuanes. “Foxconn lanzó ofertas de reclutamiento muy tentadoras, y vinieron trabajadores de todas partes del país, solo para descubrir que los estaban engañando”, dijo el trabajador de la movilizada planta.
Otro aspecto que influyó en el estallido de esta manifestación fue que, a fines de octubre, Foxconn impuso un sistema de vigilancia por circuito cerrado en su»ciudad iPhone», para verificar que el personal viva y trabaje en el lugar, aislándose del mundo exterior. A partir de aquel momento, miles de trabajadores abandonaron el campus de la empresa. Por su parte, Foxconn está tratando de compensar esta pérdida de mano de obra mediante el reclutamiento de personal nuevo.
Fuera de esta condición puntual, el ambiente laboral en China se encuentra particularmente tenso, marcadas por diversas protestas de trabajadores a lo largo del país, por las medidas de confinamiento establecidas que han vuelto a forzar, frente al brote de una nueva ola de Covid-19, el cierre temporal de algunas industrias y vecindarios, factor que en el caso de los trabajadores de Foxconn, incrementó aún más el descontento.
Respondiendo a las consultas de la prensa, Foxconn comentó en un comunicado oficial que “cumplió con sus contratos de pago”, negando también de paso las acusaciones sobre las condiciones de vida desfavorables de sus empleados.
Las protestas de los empleados de Foxconn iniciaron con fuerza el martes y se desbordaron al día siguiente, con violentos disturbios marcados por ventanas y cámaras de seguridad rotas por los manifestantes e incluso, por enfrentamientos físicos con la policía.
Los funcionarios de esta fábrica actualmente tienen como objetivo reanudar la capacidad de producción total en su planta de iPhone de Zhengzhou. No obstante, fuentes no oficiales han comentado a la prensa que es poco probable que Foxconn alcance los objetivos de producción planificados debido a esta reciente interrupción.
Hasta el momento, Apple no ha emitido declaraciones sobre este incidente.