Las freidoras sin aceite son cada vez más comunes en las cocinas. Ahorran tiempo y dinero, son fáciles de usar, y permiten preparar alimentos sin el uso de aceite, por lo que todo acaba saliendo mucho más sano.
Durante las últimas semanas he estado probando la Proscenic T21, una freidora disponible en estos momentos por 104 euros en amazon, freidora clasificada como A+++ en lo que consumo energético se refiere.
Sus características no son especialmente diferentes a lo que podemos encontrar en el sector: 1700W, depósito de 5,5 litros, 2 kg de peso… lo que sí es destacable es su integración con la app de Proscenic, donde tenemos más de 100 recetas y la posibilidad de controlar remotamente la freidora, viendo en todo momento lo que está haciendo y siendo posible configurarla como si de una Thermomix se tratara.
Aquí os dejo el vídeo antes de dar mis impresiones:
No es la primera freidora sin aceite que pruebo, pero sí es la primera, de todas ellas, que tiene una integración con la app que realmente me agrada.
Ventajas y desventajas
Se trata de una freidora con materiales en metal y plástico, interior de aluminio, fácil de lavar (de hecho se podría poner la bandeja en el lavavajillas, aunque con el grifo es suficiente). Cuesta un poco meter la bandeja, hay que hacer algo de fuerza, pero eso me da más seguridad de que todo está en su sitio, que no tendré sorpresas desagradables.
Es muy intuitiva. Tiene ya tiempos predefinidos de varios platos, y la app ofrece decenas de recetas de pizzas, carnes, pescado, bollería… es casi imposible equivocarse. Al no haber aceite (aunque se puede untar por encima del alimento para que quede más crujiente), es todo más limpio, no salpica nada por ningún lado, ni se necesitan platos extra ni servilletas para absorber la grasa.
La integración con la app es buena. La T21 se conecta por la WiFi, después de meter la contraseña, claro. Una vez hecho, podemos controlarla desde la app, ver su estado, configurar las recetas, poner el modo de precalentar… Es mucho mejor usar la app que el libro de recetas que viene con la freidora, ya que dicho libro solo está en inglés, mientras que la app está en castellano (con traducciones que podrían mejorar, pero se entiende perfectamente). Espero que amplíen la cantidad de recetas, con secciones como «qué puedo hacer con lo que tengo en la nevera).
Su precio también es bastante asequible. Con el modelo T22 en el mercado, la T21 ha bajado a los 104 euros, haciendo que sea más sencillo incorporarlo a nuestra cocina.
Como contra, el mismo que daría en cualquier freidora de este tipo. Son grandes, muy grandes, se necesita un espacio importante en la cocina, pero eso no es algo que pueda evitarse si tenemos en cuenta cómo funcionan por dentro. Hay un ventilador de un tamaño considerable que empuja el aire hacia abajo, donde está la resistencia. El aire caliente circula por el espacio donde está el alimento, cocinándolo en muy poco tiempo. Para ello es necesario tener espacio para el ventilador y espacio para poner los alimentos, no hay magia que lo evite. No se puede poner nada encima de la T21, por lo que es un espacio perdido. Sería ideal si tuviera un soporte que permitiera aprovechar la superficie superior, para que podamos poner platos, por ejemplo, sin estropear la freidora.