Hablamos hoy con Sandra Rams, experta en sostenibilidad y cofundadora de Seven Roots.
Desde Seven Roots se invierte en empresas de impacto positivo que se dedican a usar la tecnología para mejorar el impacto en el medio ambiente. Un ejemplo es la marca Bioo, una empresa que ha creado una tecnología puntera para cargar el móvil a través del contacto con la naturaleza, pero hay mucho más.
¿Cómo puede ayudar la tecnología en el sector de la alimentación para mejorar el impacto en el medio ambiente?
La tecnología es un gran aliado para el sector alimentario desde varios puntos de vista.
Todas las tecnologías aplicables en este sector desde los sistemas de predicción hasta la inteligencia en los materiales pueden permitirnos avanzar hacia una alimentación más eficiente y, en consecuencia, sostenible.
La alimentación del futuro será transformada gracias a la tecnología y a la innovación. Tecnología capaz de preservar los nutrientes sin dañar la calidad de los alimentos, tecnología que permitirá reducir el desperdicio en toda la cadena de procesos, tecnología que permitirá reducir los envases de un solo uso.
Desde Seven Roots, ¿qué tecnología en este sector os ha llamado más la atención?
Nuestro propósito en el sector alimentario es desarrollar productos que sean realmente saludables. Hasta ahora no se ha podido optar por utilizar una tecnología capaz de mantener la aportación nutritiva original de los alimentos, históricamente la industria alimentaria ha renunciado a la calidad nutricional a favor de ampliar la vida útil del producto.
Pero existen alternativas capaces de asegurar un producto saludable y sin dañar los nutrientes. Nosotros estamos apostando por una de ellas, la liofilización que la Nasa ya la utilizó en 1969 en el Apolo 11. Nuestra innovación se ha enfocado en esta tecnología y en todos los procesos que se derivan de ella para dar con el mejor producto de fruta para consumir en cualquier momento y en cualquier sitio.
Además esta tecnología permite reducir más de un 50% el desperdicio alimentario aplicando su uso en producciones de mayor tamaño. Estamos empezando por frutas como el aguacate, que en especial es muy costoso de producir en el ecosistema pero a la vez un gran superalimento.
¿Qué beneficios a corto y largo plazo tiene invertir en este tipo de tecnología?
Invertir en alimentación real es invertir en salud. Debemos apostar por productos no procesados y de calidad nutricional, ya que nuestra medicina preventiva es nuestra alimentación.
Los consumidores aprecian que los productos sean realmente saludables y eso beneficia a toda la cadena de valor. Pero es necesario invertir en la tecnología e innovación necesaria para hacerlos realidad. Debemos salir de las cadenas de operaciones basadas en términos de eficiencia económica y productiva por eficiencia nutricional.
¿Está aumentando la inversión en este sector?
Si, España es uno de los países más importantes en el desarrollo de tecnologías alimentarias. El progreso tecnológico y el aumento de la inversión en este sector son dos elementos claves.
¿Cómo convencerías a una empresa de alimentación para que apueste por tecnología que tenga un impacto positivo en el medio ambiente?
Hay dos razones significativas: la primera por ejemplo y de fácil aplicación es desarrollar una política interna para aprovechar el desperdicio en la cadena de operaciones. Las compañías que tienen políticas de este tipo son un 30% más productivas y se benefician además de un ahorro en costes.
La segunda razón: desarrollar un producto pensando en su sostenibilidad desde el diseño nos hará ser más eficientes en sus envases y preservación. La mayoría de residuos en alimentación no son estrictamente necesarios, debemos ir al minimalismo e innovar con diferentes formas de terminar un producto alimentario sin mermar sus beneficios.
Cuando el foco es la sostenibilidad, el valor de cualquier producto se multiplica y los beneficios son económicos y sociales.
Si es tan fácil convencerla, ¿por qué crees que aún hay muchas que le dan la espalda a esta tecnología?
No es fácil salir de los procesos habituales que conocemos hasta ahora. La mayoría utilizamos los mismos sistemas productivos desde hace años e innovamos más bien poco en sostenibilidad, hasta ahora hemos aplicado la innovación para conseguir eficiencia económica y especialmente con criterios de productividad.
Debemos abandonar el foco en la productividad y apostar por productos que sean realmente saludables. El consumidor lo apreciará y lo valorará tanto en su perspectiva de precio como en su consumo recurrente o fidelización.
Ya no todo vale en alimentación, hay que apostar por productos realmente saludables y sostenibles.
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Gracias Sandra.
Podéis conocer más sobre Seven Roots en su web sevenrootsvc.com.