Dentro del conjunto de enfermedades que se manifiestan en el cuerpo humano, el cáncer es una de las más complejas. Existen diferentes tratamientos para abordarlo en función del lugar donde este haya sido detectado y de cuan avanzada este su formación.
En su intento por neutralizar los efectos del cáncer, estos tratamientos pueden generar efectos colaterales en la persona, como perdida del cabello, agotamiento, cambios en el aspecto de la piel y las uñas, dolores, diarrea, entre otros.
Sin embargo, un equipo de investigadores de la EFPL descubrió la propiedad presente en un fármaco usado para el tratamiento de esta enfermedad que al parecer incide positivamente en la memoria, ayudando a mejorarla.
Dicha conclusión fue obtenida a partir de pruebas realizadas en ratones en los cuales se observó la activación de los genes asociados a la plasticidad del cerebro tras ser suministrado este fármaco, conocido específicamente como CI-994, el cual corresponde a una clase de inhibidores (HDACis) que son usados con diferentes propósitos.
Así también, este fármaco puede ser suministrado al paciente como adyuvante de la quimioterapia, a fin de incrementar la efectividad de este tratamiento.
Por otro lado, existen estudios que le confieren al CI-994 la capacidad de actuar como potenciador cognitivo en animales, aunque se desconocía exactamente la manera en que este fármaco ejerce esa acción.
Es ahí donde los científicos de la EPFL centraron su trabajo, llevando a cabo una prueba habitual de memoria asociativa en la cual tomaron unos ratones y aplicaron sobre estos un método de condicionamiento contextual del miedo a fin de hacer que desarrollaran temor por un desencadenante especifico.
Aquellos que recibieron el CI-994 lograron llevar su capacidad de memoria al doble durante la tarea, en comparación con aquellos ratones que fueron sometidos al condicionamiento sin usar el fármaco.
Respecto a este resultado, el autor principal del estudio, Johannes Gräff afirmó lo siguiente:
El fármaco favorece a unos genes muy concretos, los que ya intervienen en el aprendizaje, y no afecta a muchos otros genes, por ejemplo, a los que podrían tener efectos secundarios no deseados.
Dado que el fármaco es usado en humanos y ha demostrado ser seguro, resultará más sencillo para las personas a cargo acelerar el proceso de adaptación para nuevos fines.
Sumado a esto, se tiene previsto llevar a cabo dos ensayos clínicos enfocados en evaluar los efectos del fármaco en pacientes con Alzheimer, así como su uso en la erradicación de la fobia asociada con las arañas.