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Adobe desarrolló una herramienta de deepfakes, pero aún no la integra en algún producto

Adobe Deepfake

Los deepfakes, aquellos vídeos digitalmente intervenidos con la intención de no ser distinguidos como piezas editadas a simple vista, son un arma de doble filo. A grandes rasgos, esta tecnología se debate entre su potencial audiovisual y sus posibilidades de malversación.

Aún frente a ese contexto, conforme pasa el tiempo se ha notado un creciente interés por esta técnica de edición automatizada en entornos de investigación tecnológica, desarrollo de software y creación de contenidos. Recientemente, Adobe se sumó a la lista de involucrados con el tema, presentando sus primeros avances al respecto.

Project Morpheus, la incursión de Adobe en los deepfakes

En la última edición de Adobe Max, la conferencia anual en la que la compañía presenta sus principales novedades para la próxima temporada, fue presentado el prototipo del sistema de deepfakes que está desarrollando la compañía, bautizado de momento como Project Morpheus.

Este proyecto se puede asimilar a una versión adaptada al formato de vídeo de los filtros neuronales que Adobe presentó para Photoshop en su evento Max del año pasado. Esta herramienta, gracias a un sistema de aprendizaje automático, detecta las principales facciones y detalles de un rostro para ajustar su apariencia, alterando su edad, color de cabello y la expresión de emociones en el rostro, junto con la posibilidad de añadir bigotes o anteojos como accesorios.

Una muestra general de este desarrollo fue dada a conocer a través de un vídeo. Los resultados que se aprecian no son del todo pulcros, si se comparan con otras piezas intervenidas que han circulado por la red últimamente. Más bien, se asemejan a los resultados que pueden obtenerse con la utilización de filtros en plataformas sociales como Instagram o Snapchat.

Aunque los resultados no presentan el mejor acabado esperable, no dejan de ser un antecedente importante. Aún no forman parte de ningún producto de Adobe, pero la posibilidad de contar con una herramienta así dentro de Premiere, After Effects o una tercera alternativa en el futuro, genera una amplitud de posibilidades y cuestionamientos.

Un aspecto llamativo de este anuncio es que desde Adobe en ningún momento hicieron mención del concepto “deepfake”, a pesar de tratarse de un proyecto estrechamente vinculado. Al parecer, tomaron conciencia tempranamente de lo controversial de esta tecnología.

Liberar una herramienta de esta envergadura no debe ser tarea fácil para una compañía como Adobe. No obstante, cabe resaltar que a pesar de los peligros que existen alrededor, esta tecnología no es mala en esencia, pues también se ha demostrado que su uso puede ser provechoso en más de una situación.

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