Cuando tienes una plataforma de vídeos donde millones de personas suben contenido constantemente, es difícil moderar el contenido. Es cierto que la inteligencia artificial y el reconocimiento de imagen ha ayudado mucho con el tema, impidiendo la subida de material que puede violar las políticas de Youtube, pero hay muchos otros casos donde solo se puede retirar después de un a denuncia o selección humana.
El caso es que ahora Youtube ha vuelto ha ser demandado, y en este caso por la existencia de vídeos de abuso animal.
Lo comentan en el New York Times, donde dan ejemplos de serpientes que atacan a perros que gritan, y otros vídeos que pueden ser inquietantes.
El problema es que en la mayoría de los casos no se hacía nada por evitarlo:
Algunos de los videos han estado en el sitio durante años y se han visto cientos de miles de veces. Algunos también llevaban anuncios de comida para mascotas o casas de alquiler vacacional. Eso significaba que la empresa matriz de YouTube, Google, compartía los ingresos publicitarios con las personas que publicaban los videos.
Ahora se ha presentado una demanda en el Tribunal Superior de California en Santa Clara. La misma ha sido realizada por Lady Freethinker, una ONG de derechos de los animales, que acusa a Youtube de incumplimiento de contrato (no cumplió con su acuerdo con los usuarios al permitir que se cargaran videos de abuso animal y no tomar medidas cuando se le alertó sobre el contenido).
La ONG ha estado denunciando vídeos desde hace tiempo para que se retiren vídeos en los que los humanos infligen daño físico a los animales o que les animen a realizar acciones peligrosas.
Se suben 500 horas de videos a YouTube por minuto, pero una vez un vídeo ha sido denunciado, es responsabilidad de Youtube analizarlo, y ahí no hay áreas grises.
Youtube amplió la política sobre videos de abuso animal este año, y dicen haber eliminado cientos de miles de videos y cancelado miles de canales, pero aún hay mucho camino por hacer, encontrando el equilibrio entre lo que puede ser un documental sobre la naturaleza y un vídeo simplemente cruel.
Por ejemplo, entre los que no eliminó había un conejo vivo alimentando a una pitón, por lo visto eso no viola las pautas. Ahí la diferencia está en si ha sido un humano dando el conejo a la serpiente para uso y disfrute de la audiencia, o si se trata de una captura común en los campos, en la naturaleza.
No es un tema sencillo, lo que es cruel para unos puede ser natural para otros, pero está claro que hay que seguir luchando para tener un ambiente que ofenda al mínimo número de personas posible.