Google y Oracle llevan más de diez años de disputas legales, ya que poco después de que Oracle adquiriese a Sun Microsystems, desarrolladora del lenguaje de programación Java, en el año 2010, denunciaron que los de Google habían infringidos sus derechos de autor al utilizar 37 APIs de JAVA en el sistema operativo Android, considerando que esto les daba derecho a tener una porción de los ingresos del negocio del sistema operativo Android así como una suma adicional por los ingresos potencialmente perdidos por las licencias.
Tiempo más tarde, en 2016 un jurado encontró que Google había usado legítimamente la «estructura, secuencia y organización» de las API de Java en el sistema operativo Android, aunque la Corte de Apelaciones del Circuito Federal de EE. UU. revocó la decisión en el año 2018 en favor de Oracle, lo que hizo que Google tuviera que mover ficha, para lo que en 2019 pidió a la Corte Suprema la revisión de todo el proceso.
Una victoria que salva a la industria informática de una avalancha de denuncias
Y después de una audiencia que llega varios meses con retraso, ya que estuvo prevista para principios de la pasada temporada de otoño, la Corte Suprema da ahora la razón a Google dictaminando que «la copia de Google de la API para volver a implementar una interfaz de usuario, tomando solo lo que se necesitaba para permitir a los usuarios poner sus talentos acumulados a trabajar en un programa nuevo y transformador, constituía un uso justo de ese material».
De da la circunstancia de que en los años 90, tanto Oracle como Sun eran contrarias a los derechos de autor en las APIs de software. Esta resolución, aprobada por mayoría 6-2, no sólo anula la decisión anterior, sino que además evitará la posible avalancha de demandas por los derechos de autor por el uso de las APIs de software en toda la industria informática, según creen en Google.
Pero Google no se ha quedado sola en todo el proceso, ya que ha contado con el apoyo de diversas empresas y organizaciones, para lo que también arrimaron el hombro aportando sus propios informes avalando a los de Mountain View.
Por tanto, la decisión de hoy declara legítimo el uso de las APIs de Java en el sistema operativo Android por parte de Google, evitando además la avalancha de demandas judiciales en todo el sector de la industria informática, lo que permite además que se pueda seguir innovándose en el sector.