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¿Puede la Inteligencia Artificial contar chistes?

Chistes IA

A menudo, la Inteligencia Artificial nos entrega interesantes noticias derivadas de las últimas innovaciones surgidas dentro de este campo, el cual durante los últimos años ha experimentado un sostenido crecimiento.

Entre avances científicos, novedades de entretenimiento e iniciativas fuera de serie, la IA nos tiene aún con una incógnita importante: ¿Será capaz de desarrollar sentido del humor y contar chistes originales?

Al poner esta pregunta sobre la mesa, resulta inevitable recordar algunas herramientas consideradas hoy de uso común entre nosotros, como los asistentes virtuales mediante voz (Asistente de Google, Siri, Alexa y más). Si bien, estos recursos pueden contar chistes, no son más que respuestas predefinidas, extraídas desde una base de datos limitada.

La generación de chistes de manera autónoma por parte de un algoritmo no es tarea fácil. Sin embargo, hay algunos proyectos que se han empeñado en aproximarse a esto.

Un ejemplo es This Meme Does Not Exist, iniciativa de la plataforma ImgFlip que genera memes en base a populares plantillas, pero con textos autogenerados, en base al entrenamiento que el algoritmo recibió a partir del texto de otras viñetas similares.

La plataforma funciona sólo en inglés y cuenta con un archivo en la web que recopila los memes autogenerados que llaman más la atención por lo jocosos o desastrosos que terminan siendo.

Otro ejemplo, un poco más antiguo, es The Joking Computer, un experimento de un equipo de investigación oriundo de Escocia que, tanto a través de la web como mediante un software descargable, permite generar chistes de forma automática o personalizar su creación seleccionando algunas variables. También cuenta con un archivo de chistes seleccionados, creados previamente.

Aquí también todo funciona únicamente en inglés y los resultados pueden ser o no ser concretamente catalogados como chistes. Por lo mismo, cada respuesta generada puede ser evaluada, para así entrenar al algoritmo y afinar sus resultados.

Proceso de creación de un chiste, desde la selección de las partes de una pregunta o respuesta, hasta la mezcla de todas estas variables. Fuente: The Joking Computer.

Así como existen estas herramientas, junto a otras parecidas, con el paso de los años de seguro veremos la aparición de otras plataformas o técnicas más complejas, enfocadas en este particular propósito.

El par de ejemplos que recién repasamos coinciden en dos cosas: de momento sólo se dedican a aleatorizar los textos que almacenan en su base de datos, para completar así una estructura genérica de chiste; y aún, al igual que la IA en cualquiera de sus otras aplicaciones, carece de la capacidad de comprender el humor y las emociones humanas.

Llegar a este último punto no sólo es complejo de abordar desde un punto de vista técnico, sino que también lo es a nivel ético. Algunas reflexiones al respecto, emitidas por profesionales del área, las recopilamos a principios de año.

Por definición, un chiste debe hacer reír. Aunque una IA sea capaz de redactarlos, si no es capaz de evaluar la reacción que generan, su proceso quedará a medio camino. Hay tecnologías de análisis sonoro capaces de detectar la risa, pero para este fin son insuficientes si todavía no pueden distinguir entre carcajadas auténticas o una reacción irónica.

La creación de buenos chistes por parte de una inteligencia artificial (IA) es un desafío interesante y se debe a varios factores:

La Inteligencia Artificial, así como muchos otros avances tecnológicos, es una herramienta muy poderosa, sobre todo si consideramos sus proyecciones de crecimiento. Aunque se vea difícil que en un futuro próximo estos algoritmos sean capaces de crear auténticos chistes y evaluar su impacto, esta es una posibilidad que no debería descartarse.

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