Hace algunas semanas destacábamos la labor llevada a cabo por un grupo de científicos en el desarrollo de un nuevo material solar para obtener agua potable de fuentes contaminadas.
En esta ocasión ha surgido un nuevo estudio en torno a un material llamado marco orgánico-metálico (MOF por sus siglas en ingles), el cual ha sido diseñado con el propósito de depurar el agua de mar extrayendo de esta los elementos contaminantes con el fin de obtener agua dulce en grandes cantidades y usar menos energía durante el proceso respecto de otros métodos empleados.
En este sentido, los MOF constituyen materiales altamente porosos en grandes superficies, los cuales teóricamente podrían tener la capacidad de abarcar un área del tamaño de un campo de futbol si se llegase a desempacar una cucharadita de ese material.
Para el estudio, el equipo involucrado desarrolló el PSP-MIL-53, un nuevo tipo de MOF que pusieron a prueba usándolo para capturar sal e impurezas presentes en agua salobre y agua de mar.
En el momento que el material entra en contacto con el agua esta extrae selectivamente los iones del líquido y los retiene en la superficie.
Transcurridos 30 minutos del experimento, el MOF logro reducir en 500 ppm (partes por millón) el total de solidos disueltos (TDS) presentes en el agua, el cual era de 2233 ppm, cifra que representa toda una hazaña al superar el mínimo de 600 ppm recomendado por la Organización Mundial de la Salud para el agua potable.
A través de esta técnica los científicos pudieron producir hasta 139,5 L de agua fresca por día a partir de un kg de MOF, demostrando con ello su alta efectividad y la poca energía invertida en el proceso gracias a un novedoso sistema de desalinización sustentado en la absorción que toma la luz solar como fuente para la regeneración.
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