Israel, como muchos otros países, está tomando medidas para tratar de reducir los contagios por la actual pandemia del coronavirus covid-19 entre los ciudadanos de su país.
Y viendo que los ciudadanos no están tomándose en serio la situación que se está viviendo, llevándoselo a tomar como unas vacaciones, ha optado por una decisión un tanto drástica con la privacidad, que no es otra que controlar los movimientos de los ciudadanos infectados por covid-19 y los contactos con los que se ha reunido, a través de sus respectivos teléfonos móviles, para tratar de ponerlos en cuarentena de 14 días.
Según cuentan en TechCrunch, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha mostrado su frustración en Facebook por la falta de cooperación de los ciudadanos de su país, a los que había emplazado a realizar distanciamiento social voluntario. Además, acaba de dar recientemente unas nuevas instrucciones para conminar a los ciudadanos a estar dentro de casa lo máximo que sea posible, sin que por el momento haya decretado el confinamiento obligatorio.
Pero ante la falta de cooperación, el gabinete del primer ministro ha optado por aprobar una Ley de Emergencia sin pasar por aprobación parlamentaria, según informa la BBC, aunque su gabinete también se ha comprometido a intensificar las pruebas.
Según publicó el primer ministro en Facebook:
Incrementaremos dramáticamente la capacidad de localizar y poner en cuarentena a los infectados. Hoy, comenzamos a usar tecnología digital para localizar personas que han estado en contacto con los afectados por coronavirus. Informaremos a estas personas que deben pasar por cuarentena durante 14 días. Se espera que estos sean números grandes, incluso muy grandes, y lo anunciaremos en los próximos días. Entrar en cuarentena no será una recomendación sino un requisito y lo aplicaremos sin compromiso. Este es un paso crítico para frenar la propagación de la epidemia
En la monitorización de los ciudadanos participarán diferentes agencias estatales. En primer lugar, serán las empresas de telecomunicaciones quienes recopilen los datos de ubicación de las personas infectadas y sus contactos. La agencia de seguridad nacional recopilará y compartirá los detalles de seguimiento con los funcionarios de salud.
Desde el Ministerio de salud estarán vigilantes para que las personas afectadas cumplan con el requerimiento. Para ello también podrían implicar a agentes policiales al cumplimiento de los requerimientos.
Este sistema de vigilancia podría hacer que más de uno pueda replantearse el tener que lleva consigo su teléfono móvil. Los activistas pro libertades civiles protestan por considerarlo un peligroso precedente.
Y como apuntan desde Wall Street Journal, el gobierno de Trump se está planteando una medida similar, y desde el Reino Unido, varias compañías tecnológicas ayudarán compartiendo datos de los usuarios, según Wired.