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Desarrollan gafas con biosensor capaz de detectar el nivel de glucosa en sangre desde las lágrimas

Las personas con diabetes tienen que medir el nivel de glucosa en sangre, teniendo que realizar un proceso que incluso puede llevarse varias veces al día, a través de un glucómetro portátil. No es la primera vez que veamos cómo la tecnología trata de evitar pinchazos y extracciones de sangre para la realización de análisis de salud.

Recientemente, la publicación SciDevNet, que este pasado fin de semana fue recogido también por TNW, dan cuenta de un nuevo biosensor, desarrollado por investigadores del Instituto de Física São Carlos de la Universidad de São Paulo junto a científicos del Departamento de Nanoingeniería de la Universidad de California, que tiene la capacidad de identificar una enzima llamada glucosa oxidasa, muy utilizada en la detección de glucosa en fluidos, en las propias lágrimas.

Esto biosensor, incorporado en unas gafas especiales, permitirá a las personas diabéticas conocer el nivel de glucosa en sangre a través de sus lágrimas. Lo único que tienen que hacer es generar lágrimas para conocer los resultados.

La tecnología también quiere que los análisis de sangre puedan ser cosa del pasado

Básicamente, este biosensor se situaría en la almohadilla nasal de las gafas, que a su vez estaría conectado a un circuito que estaría situado en una de las patillas de las gafas, que sería el encargado de procesar la señal que le llega del biosensor, llevando los resultados directamente a un ordenador o a un teléfono inteligente.

También esperan poder utilizar el mismo esquema para el análisis de vitaminas y del alcohol en sangre, además de llevar diagnósticos clínicos de otras enfermedades, donde únicamente, según creen, tan sólo habría de cambiar el electrodo implantado en las almohadillas nasales de las gafas.

Pero que nadie se ilusione, ya que habrá que esperar a que estas gafas sean una realidad, ya que los científicos no manejan ningún pronóstico para su llegada al mercado, teniendo en cuenta todavía habrá que esperar, a nivel general, a que los biosensores llegue finalmente para mejorar la calidad de vida de los afectados.

En cualquier caso, es solución más que evitaría los dolores de los pinchazos y la posibilidad de que esto pudiera llevar a generar infecciones entre los afectados en el momento en el que pueda estar disponible.

Crédito de imagen: Juliane R. Sempionatto Moreto / Universidad de California