En ya los últimos paseos por el SMART CITY EXPO WORLD CONGRESS, nos encontramos con persianas inteligentes, aunque es un adjetivo que se está viendo en exceso para indicar gadgets avanzados que pueden actuar siguiendo una lógica condicional relativamente básica.
En este caso es un proyecto del centro tecnológico Eurecat, una persiana que garantiza eficiencia energética al gestionar correctamente la temperatura, aislamiento acústico e iluminación del interior.
De momento se ha implantado la persiana en un edificio de la Universidad de Burgos, y consigue colaborar a reducir la demanda de energía en lo que se refiere a calefacción y refrigeración. Han ahorrado un 30,7%, pero es un valor en el que han contribuido otros componentes, no solo la persiana.
El sistema se conecta a un sistema capaz de verificar la incidencia solar y eólica del edificio, un sistema que toma decisiones sobre la inclinación óptima de las láminas de metal, siendo esta la inteligencia ofrecida.
En lo que se refiere a la acústica, mejora las condiciones debido a que va fijada a la pared, pero no tiene ningún material especial para absorber el ruido externo. Lo mismo ocurre con el aislamiento térmico: se basa en el hecho de ofrecer estanqueidad en las ventanas.
El software de control y de comunicación con el resto de componentes lo ha realizado la Unidad de Robótica y Automatización de Eurecat. No se trata de ningún sistema con un motor de Inteligencia Artificial alimentado por miles de experiencias del pasado, pero sí es capaz de ofrecer ciertas decisiones condicionales, quizá no «inteligentes», pero sí útiles para poder avanzar en el respeto al medio ambiente.