Estamos en plena revolución de los vehículos eléctricos, y es el momento de presentar prototipos de «cosas» que pueden parecer algo raras al principio, pero que no son malas ideas en el fondo.
Eso es lo que están haciendo en la empresa Skoda, mezclando los conceptos de ciclomotores, scooters y bicicletas eléctricas para crear un nuevo vehículo que se presentará oficialmente en la feria Eurobike de este fin de semana, sin pedales.
Se trata de la Klement, una bicicleta eléctrica sin suspensión, con un marco rígido y neumáticos Schwalbe Super Moto-X de tamaño mediano para la absorción de golpes. Su rueda trasera es impulsada por un motor de 4 kW para llegar a los 45 km/h usando dos baterías de iones de litio extraíbles. Tiene un peso total de 25 kg, y una autonomía de 62 km.
En lugar de pedales, hay superficies para reposar los pies. Si los inclinamos hacia adelante, aceleramos, y hacia atrás, frenamos, por lo que difícilmente van a conseguir que la vendan como bicicleta dentro de Europa.
El manillar es limpio, con pequeños botones para las luces, la bocina y los indicadores, peor podemos conectar el móvil para obtener un panel de control completo, con velocímetro y lectura de batería.
De momento solo es un concepto, ya que será difícil que llegue al mercado en breve. Es posible incluso que sea necesario tener varias horas de experiencia antes de poder conducir algo así con los pies, sin controlar frenos con las manos, sin pedalear… sin nada de lo que caracteriza hoy una bicicleta.
Lo que está claro es que empiezan a faltar nombres para tantas ideas. Está claro que la Klement no es una bicicleta, ni un patinete, ni una moto… ¿qué es?
Podéis leer la información completa en skoda-storyboard.com.