Seguimos en el Smart City Expo World Congress y vamos ahora a comentar una solución presentada por Siemens.
Se trata de una plataforma digital basada en IA, IoT, Big Data y Cloud que permite la gestión municipal, seguridad pública y protección del medio ambiente, trabajando en áreas relacionadas con transporte, educación y muchos otros sectores.
Actualmente más de 40 ciudades en todo el mundo tienen implantada alguna solución de Siemens para aumentar la eficiencia energética, disminuir la contaminación y mejorar la movilidad. Pero nos ha llamado especialmente la atención la centrada en la Gestión de calidad del aire.
En una rueda de prensa nos comentaron que se encargan de analizar los datos de diferentes sensores de la ciudad y ofrecer diversas aplicaciones, dando acceso a los gobiernos y responsables a un panel de control desde el cual es posible obtener predicciones de contaminación, por ejemplo, y acciones que pueden realizarse para evitar mayores problemas. De esta forma podemos usar el software de Siemens para simular cómo sería la situación si prohibimos el acceso de ciertos coches a determinadas horas, o si cambiamos la ruta de un autobús, o si configuramos los semáforos de determinada forma… el simulador se encarga de mostrar la predicción del futuro y de mostrar los cambios en función de las acciones que realicemos.
La información capturada por los sensores suben a la nube de Siemens (MindSphere), y desde allí se procesan para generar conclusiones digeridas que se presentan a los gestores. El programa puede, por ejemplo, usar los datos adquiridos por los sensores para recomendar una selección de acciones elegidas de un conjunto de 17 medidas que se pueden implementar en poco tiempo para mejorar la calidad del aire. Los ejemplos de tales medidas incluyen establecer zonas de bajas emisiones, reducir los límites de velocidad y ofrecer servicios de transporte público local sin costo por un período limitado. Las ciudades pueden posteriormente integrar los conocimientos adquiridos de estas acciones en su planificación estratégica a medio y largo plazo.
Estos sensores los ponen en el exterior de la ciudad (en el campo), en algún parque dentro de la ciudad y en medio de las calles, de forma que es capaz de mostrar datos sobre calidad del aire tanto absolutos como relativos. Los proyectos ya realizados para el monitoreo de la calidad del aire muestran una tasa de error inferior al 20 por ciento por cada hora del día siguiente. Con cinco días de anticipación, la tasa de error fue inferior al 28 por ciento. Este éxito aún se puede mejorar ya que habrá más datos disponibles a lo largo del tiempo y las correlaciones se comprenderán aún mejor.
Toda esta tecnología es necesaria si tenemos en cuenta que son necesarios buenos reflejos para actuar. Si se identifica un problema inminente relacionado con la calidad del aire, las acciones tienen que tomarse YA. Generar datos e información sobre tipos de transporte relacionados y acciones, es crear una tecnología de ciudad inteligente, es definir una hoja de ruta que establece qué acciones y tecnologías podrían tener el mejor impacto en la calidad del aire.