Seguimos hablando de robots, y en este caso de uno bastante curioso, capaz de montarse y desmontarse de forma automática para poder evitar y travesar obstáculos de diversos tipos.
Los robots modulares auto-reconfigurables (MSRR) pueden cambiar de forma, y el robotista Hadas Kress-Gazit de la Universidad de Cornell ha mostrado un ejemplo bastante curioso que vemos en el vídeo superior.
Usan un sistema de procesamiento sensorial centralizado capaz de percibir el entorno en el que están, para después, vía software, tomar decisiones. En el ejemplo vemos un robot modular que resuelve problemas de forma autónoma al reconfigurarse en respuesta a un entorno cambiante.
Con un aire de «Transformers», intentan entender las capacidades de un robot y permitir que se conozca mejor a sí mismo. El SMORES-EP, robot del vídeo, está compuesto por varios módulos tipo cubo que se enganchan entre sí de diferentes formas mediante el uso de imanes. Cada módulo contribuye por igual a la planificación, a través de su software, y puede separarse de la unidad central o unirse para formar un solo objeto.
En un nuevo estudio los investigadores conectaron una cámara web en un pequeño mástil a uno de los módulos del robot, dándole un ojo para que se vea a sí mismo, y un procesador central con el que comandar todos los módulos adjuntos. De esta forma el robot consiguió identificar objetos coloreados y etiquetados en un área de prueba llena de obstáculos, y consiguieron con éxito llegar a túneles, levantar sellos y realizar muchas otras acciones.
El objetivo final es permitir que el robot explore de forma autónoma un entorno desconocido, decida cuándo y cómo reconfigurarse y manipule los objetos para completar su tarea, algo que será necesario para tareas de rescate, por ejemplo.