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Tim Berners-Lee, creador de Internet, crea empresa para que tengamos control de nuestros datos

Tim Berners-Lee

Cuando informamos nuestros datos en una red social, un buscador, o cualquier otro proyecto web, dejamos de tener control sobre ellos.

Es cierto que en muchas ocasiones nos ofrecen herramientas para informar cómo queremos mostrar esos datos, pero nos falta la garantí­a de que no se usen nuestros datos para otros fines, ya que esa información reside en los servidores del proyecto al que nos hemos registrado.

Ahora es Sir Tim Berners-Lee, quien inventó Internet a fines de los 80, quien está trabajando en una startup cuya misión es ayudar a las personas a controlar sus datos, construyendo lo que él llama Internet del futuro.

La compañí­a se llama Inrupt, y su oferta principal es Solid, una plataforma que nos permitirá decidir cómo deseamos almacenar los datos. Esto incluye nuestros contactos, fotos, biblioteca de música, eventos del calendario, actividad fí­sica y de salud, y todo lo que se encuentre entre ellos, y control el acceso a dichos datos. Esta información se almacenara en un Solid POD (almacén de datos personales en lí­nea), un lugar seguro que puede ser tanto un servidor alojado como uno nuestro. También obtendremos una identidad asociada con este POD.

La idea es que cuando nos registremos en apps o sitios web, usemos nuestra identidad digital sin necesidad de enviar la información a la app. Puede ser una red social, un email… cualquier app que forme parte de esta nueva Internet. Seremos los dueños de una API sobre nuestro POD, y los datos no viven en los servidores de esas compañí­as, los tendremos nosotros seguros.

De esta forma evitarí­amos que se generen perfiles detallados de usuarios para permitir a los anunciantes dirigirse a grupos especí­ficos de personas, o extraerlos para obtener información y venderlos a terceros.

Entre otras cosas, están trabajando en una versión del asistente Alexa, un asistente personal llamado Charlie al que podrí­amos confiar registros de salud, eventos escolares de niños o registros financieros, ya que la información no saldrí­a nunca de nuestro poder.

El problema es que será necesario tener una enorme cantidad de oferta para que los usuarios abandonen las apps tradicionales y los grandes buscadores para apostar por una Internet paralela basada en la privacidad.