Con el objetivo de poder «ver» dentro del cuerpo humano sin necesidad de introducir cámaras o abrir pacientes, en el MIT están trabajando en un sistema que permitirá obtener una mejor visión de una manera menos costosa, invasiva y que consumirá mucho tiempo.
Se trata del trabajo realizado por un equipo del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT, dirigido por la profesora Dina Katabi.
Han presentado un nuevo método que puede identificar la ubicación de implantes ingeribles dentro del cuerpo. Se envían señales inalámbricas de baja potencia y los implantes digeridos reflejan dichas señales indicando su posición, lo que ayudaría a funcionar como dispositivos de seguimiento para localizar tumores y controlar sus movimientos leves.
En pruebas realizadas con animales ya vieron que se pueden rastrear los implantes con una precisión de nivel centimétrico, aunque será necesario llegar a precisión de unos 2 mm para poder llegar a ser útil en la medicina.
El sistema se llama ReMix, desarrollado en colaboración con investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH). Lo probaron implantando un pequeño marcador en los tejidos de los animales para rastrear su movimiento, implante que no necesita batería, ya que únicamente refleja la señal inalámbrica que llega desde fuera del cuerpo.
Creen que podrían aplicar ReMix en la terapia de protones, un tipo de tratamiento contra el cáncer que consiste en bombardear tumores con haces de protones controlados por imanes. Con el sistema podrían recetar dosis más altas de radiación, ya que tendrían al tumor más localizado (actualmente no pueden hacerlo para no dañar zonas sanas).
Aún hay mucho camino por delante, pero creen que podrán combinar los datos inalámbricos con los datos médicos, como los escaneos de imágenes por resonancia magnética (IRM), para mejorar aún más la precisión del sistema.
Imagen: depositphotos