Mientras en España siguen existiendo límites impuestos a Uber y demás compañías semejantes, en otras partes del mundo miles de coches sin licencia circulan recogiendo pasajeros constantemente.
Hay zonas de Brasil, por ejemplo, con más Ubers que taxis, ya que es una buena solución para los que llevan muchos años sin trabajo: cogen su coche y ganan un extra llevando personas de un sitio a otro.
Ahora le ha llegado el turno a New York, primera ciudad de los Estados Unidos que limita el número de vehículos de Uber, Lyft y otras compañías, exigiendo que paguen a los conductores una tarifa mínima.
Se trata de la ciudad con mayor mercado para Uber en el país, y podría ser un precedente para que el modelo se aplique en otros lugares, regulando así un servicio que lleva mucho tiempo existiendo.
Es una de las consecuencias del paquete de proyectos de ley aprobado el miércoles por el Consejo Municipal de Nueva York, donde se exige, entre otras cosas, un congelamiento de un año en las nuevas licencias de vehículos de alquiler, ya que la ciudad explora formas de reducir la congestión vehicular. También quiere que los conductores de viajes «compartidos» ganen al menos 17,22 dólares por hora.
Aunque unos creen que se aliviarán los atascos y se mejorarán los salarios, otros opinan que será más caro moverse de un lugar a otro, principalmente para las comunidades de color y de los barrios periféricos.
En total son cerca de 80.000 conductores en la ciudad afiliados a cuatro compañías de transporte – Juno, Lyft, Uber y Via – según un informe reciente encargado por la Comisión de Taxis y Limusinas y conducido por el Centro de la Nueva Escuela para Asuntos de la Ciudad de Nueva York. Hay alrededor de 14.000 taxistas en la ciudad, por lo que los números hablan por sí solos.
Uber ya está planeando movimientos para eludir el límite de Nueva York, que se aplica a las licencias de vehículos, no a los conductores. Con eso en mente, Uber dijo que les pedirá a los conductores actuales que compartan sus vehículos con nuevos conductores. Y espera sacar a los conductores de los servicios competidores, expandiendo su presencia en la ciudad.