Durante los últimos días se han estado oyendo rumores relacionados con la construcción de una base lunar por parte de la NASA con ayuda de Rusia. Ahora se ha confirmado la colaboración.
Quieren construir la primera estación espacial lunar, un proyecto conocido como el Deep Space Gateway, y para ello han de desarrollar estándares técnicos internacionales que serán utilizados más tarde.
La noticia de la asociación llega desde la agencia espacial rusa Roscosmos, donde indican que científicos rusos y estadounidenses colaborarán en las tecnologías necesarias para llevar a cabo experimentos en la estación y facilitar las visitas a la superficie lunar.
Rusia aportará su experiencia en la creación de sistemas que permitan los viajes de ida y vuelta, y NASA ya ha aceptado las normas establecidas para la unidad de acoplamiento. Se espera que la obra comienza en la década de 2020, sin más detalles sobre el año.
El director general de Roscosmos, Igor Komarov, indicó que al menos cinco países estaban construyendo sus propios cohetes y sistemas para su uso con la estación espacial lunar, por lo que parece que hay mucho interés en el proyecto.
El objetivo es conseguir realizar experimentos científicos en la luna, y para ello es necesario que el hardware sea compatible con la estación, para que todo se acople perfectamente.
El Deep Space Gateway aún se encuentra en la fase conceptual, de hecho ni siquiera se han obtenido fondos para la estación, pero seguramente algo se encontrará al juntar dos potencias mundiales.