Un grupo de científicos chinos han descubierto que asistentes digitales con control por voz de las principales compañías son vulnerables ante la técnica de DolphinAttack, en la cual se pueden establecer comandos de voz en frecuencias inaudibles por el ser humano, pudiendo dar lugar a la activación de dispositivos sin desearlo, por ejemplo, abrir la puerta trasera que disponga de cerradura inteligente en una casa hasta incluso cargar contenido malicioso en ordenadores y dispositivos móviles, entre otras posibilidades.
Resulta que tanto los micrófonos como el software de reconocimiento si detecta los comandos de voz establecidos por rangos de frecuencias inaudibles para el ser humano por encima de los 20 kHz. Los resultados de la investigación han sido recogidos en un documento que fue recientemente aceptado por ACM Conference on Computer and Communications Security. Los investigadores han usado en sus pruebas teléfonos inteligentes con un dispositivo de unos tres dólares compuesto por un altavoz y un amplificador.
Por suerte, en el caso de los altavoces inteligentes, habría que estar a pocos centímetros de ellos, de manera que cualquier persona malintencionada debería estar en el mismo lugar, dentro de la misma casa por ejemplo, para poner el práctica la mencionada técnica.
Donde el asunto se vuelve más grave en en los teléfonos móviles inteligentes, o incluso más en relojes inteligentes como el de Apple, donde las personas malintencionadas podrían usar la mencionada técnica sin ningún problema, siempre y cuando también esté cerca, como pueda ocurrir en lugares públicos concurrido de personas.
El problema reside, básicamente, en los componentes de los micrófonos para su forma de funcionamiento, haciendo prácticamente imposible el bloqueo de frecuencias por encima de los 20 kHz. Tampoco sería posible establecer un filtro de audio digitial para impedir frecuencias por encima de los 20 kHz ya que de lo contrario el software no podría comprender con la misma precisión los comandos de voz que generen las propias personas.
Lo más curioso de todo, acorde a los investigadores, es que cualquier persona con pocos conocimientos técnicos podría reproducir la mencionada técnica.