Las condiciones ya están puestas para que 2018 sea un año lleno de innovaciones en la banca minorista o de “retail”. El monopolio de los bancos que controla la información financiera de sus clientes y los servicios de pago está por desaparecer conforme se implementa la PSD2 (Segunda Directiva de Servicios de Pago). La directiva de la UE abre las puertas a cualquier compañía interesada en tomar parte de esta nueva revolución.
En pocas palabras, la PSD2 permite que usuarios de un banco, ambos consumidores y empresas, puedan usar proveedores de terceros para administrar sus finanzas. En un futuro próximo puede que estés pagando tus facturas a través de Facebook o Google, al mismo tiempo que tu dinero permanece guardado y seguro en tu cuenta bancaria de toda la vida. Sin embargo, los bancos estarán obligados a dar acceso a las cuentas de sus usuarios a proveedores de terceros haciendo uso de APIs (Interfaz de Programación de Aplicaciones). Esto permitirá a terceros crear sus servicios financieros a partir de la infraestructura y datos de la banca.
Se trata de una revolución bancaria que viene impulsada por la necesidad de modernizar este sector; buscando ofrecer servicios más eficaces, accesibles y personalizados para el usuario final.
Desde que la PSD2 fue anunciada, en noviembre de 2015, los bancos ponen a punto sus recursos para cumplir con las expectativas puestas, no sin encontrar ciertas dificultades. Lo cierto es que se trata de un planteamiento nuevo para la mayoría de los bancos y poco el conocimiento sobre las implicaciones de esta directiva propuesta por la UE. Es por ello que el avance en esta materia en nuestro país haya sido más bien lento hasta el momento. Se trata de un proceso de transición en el que los bancos pasarán a convertiste en una plataforma mucho más dinámica formada por múltiples actores.
Los bancos competirán no solo con otros bancos, sino con cualquiera que ofrezca servicios financieros. La PSD2 fundamentalmente cambiará tres aspectos: la cadena de valor de los pagos, qué modelos de negocio son rentables y la expectación del consumidor. Es a través de esta directiva que la Comisión Europea apuesta por la innovación, por fortalecer la protección del consumidor y mejorar la seguridad en la accesibilidad y la realización de pagos por internet dentro de la UE y la EEE. Dos nuevos tipos de actores son introducidos en el panorama financiero: PISP y AISP. AISP (Proveedor de Servicios de Información de Cuentas) son los proveedores de servicios con acceso a la información de las cuentas de los clientes bancarios. Tales servicios podrían analizar el comportamiento de los gastos del usuario o combinar en un informe general toda la información sobre las cuentas de diferentes bancos de un sólo usuario. PISP (Proveedor de Servicios de Iniciación de Pagos) son los proveedores de servicios que inician los pagos representando al usuario. Transferencias P2P y los pagos de facturas son servicios PISP que esperamos ver una vez implementada la PSD2.
Para los bancos la PSD2 representa grandes retos económicos. Se espera un incremento de los costes tecnológicos debido a los nuevos requerimientos de seguridad y la apertura de APIs. También hay que sumar que a medida que más y más servicios no bancarios ganen presencia en la interacción del consumidor, será cada vez más difícil para los bancos el diferenciarse entre ellos en el mercado a la hora de ofrecer préstamos.
Todo esto, además de la transformación de la expectación del consumidor y un incremento en la digitalización, explica por qué hoy ya somos testigos de que la experimentación con APIs sea cada vez más usual entre los bancos, que colaborando junto con fintechs (compañías de tecnologías de financiación), se enfocan en la centralización del usuario y en el desarrollo de laboratorios de innovación.
El ecosistema fintech español es sin duda prometedor y la colaboración entre startups y la banca tradicional por la que apuesta la PSD2 es una gran oportunidad para el avance y desarrollo de las tecnologías financieras. Contar con la innovación y la flexibilidad de una startup y la base de clientes que poseen los bancos, posibilitan el desarrollo de una sola plataforma que englobe servicios múltiples a elegir por el usuario final.
Recientemente en la cuarta edición foro fintech ha sido presentado el libro blanco de las fintech. Una iniciativa de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) con el propósito de recoger propuestas y organizar la dirección en el panorama fintech español. Es un gran paso en la regulación de dichos servicios que, fijándose en los líderes europeos del momento, aspira a ofrecer un ecosistema favorable al desarrollo de startups financieras y la consolidación de estas en España. Además de que un sistema regulado garantiza la protección y la confianza del consumidor hacia estas tecnologías innovadoras.
¿Por qué el avance es tan lento en cuanto a fintech se refiere? Lo cierto es que estamos ante un fenómeno innovador y por tanto, con problemas a resolver. Se trata de llegar a un acuerdo que debe cumplir con los requerimientos técnicos de las normativas y que además asegure la eficacia y eficiencia exigidas por el consumidor actual y promueva la competitividad entre los distintos sectores financieros. Un proceso hacia el “open banking”, con nuevos actores en el que los consumidores son los ganadores principales.
Por último destacar que la inclusión de estas tecnologías dependerá en gran medida de la adopción y aceptación de los usuarios, es por ello es que la educación de la sociedad en lo referente a las fintech es igual de importante que la aceptación de las entidades bancarias.
Escrito por Rodrigo Díaz para WWWhatsnew