Hace dos semanas publicamos una encuesta en nuestra colección de tecnología, con más de 404.000 seguidores, preguntando si el problema de los Galaxy Note 7 ha afectado a la confianza que los usuarios tienen en la marca. Tuvimos más de 7.400 votos, con 500 comentarios de muchas personas indignadas, dejando claro que algo así no puede volver a ocurrir.
El resultado fue desastroso: más de un 20% de los 7.400 encuestados dijeron que nunca más comprarían un móvil de la marca Samsung, y un 44% dijeron que sí, pero que no serían los primeros, esperarían un tiempo para ver «si todo está bien».
Pero esta falta de confianza no es el único problema que tiene que enfrentar la compañía. Informa hoy en nota de prensa que ha sufrido una caída en sus beneficios del 30%, todo por causa de los problemas de su Note 7.
Su beneficio operativo ha caído de los 6.400 millones de dólares a los 4.600 millones, aunque el sector móvil sigue dando positivo, con beneficios semejantes a los que tuvo en 2008. Las pantallas y los chips de memoria son sectores en lo que sigue obteniendo gran lucro, sin que la crisis del Note 7 haya afectado a su crecimiento.
El problema ha sido el coste de la devolución del Note 7, así como la caída en las acciones, aunque espera recuperación en el negocio móvil hasta llegar a un nivel similar a la del cuarto trimestre de 2015, dirigido por las sólidas ventas del Galaxy S7.