Un equipo de la Universidad de Michigan está desarrollando una investigación que tiene como objetivo la integración de una nueva tecnología que proporciona experiencias sensoriales a niños con autismo.
Se vale de interfaces táctiles con sensores y combinaciones de luces, que al tacto pueden cambiar de colores o proyectar imágenes, dependiendo de la presión que se aplique.
A partir de esta tecnología denominada Sensory Surfaces Social, se puede trabajar en el desarrollo de habilidades motoras (motricidad fina y gruesa), ya que de manera muy visual podrán ver los efectos de sus movimientos.
Y a medida que los niños reaccionen a estos estímulos, se podrán integrar otras herramientas para el desarrollo de otras habilidades e ir fomentando la interacción social. La idea final de este proyecto es que los niños puedan explorar desde un lugar que se sienten cómodos y seguros diferentes experiencias sensoriales.
Esta investigación aún está en desarrollo, evaluando cómo se pueden crear escenarios que involucren a niños con autismo, y cómo pueden adaptarse a las necesidades de cada uno de ellos.
Podemos ver la dinámica que propone este proyecto en el siguiente video:
Y encontraremos más detalle de este investigación que comenzó el año pasado en esta sección de la Universidad de Michigan.