Ya conocemos las capacidades de las estaciones WiFi que el consorcio Link.NYC está instalando en las ciudades de Nueva York en sustitución de las clásicas cabinas telefónicas. Pues bien, en el segmento de las estaciones o kioskos WiFi también hay otras empresas con sus respectivas soluciones. Entre ellas está Sidewalk Labs, división de innovación urbana perteneciente a Alphabet, empresa matriz de Google, que dispone de sus propios kioskos los cuales pueden incorporar todo tipo de sensores que permitan tener una perspectiva completa del entorno urbano en el que se instalen.
Acorde a Recode, que ha podido acceder a los documentos de la división de Alphabet, estos kioskos pueden recopilar todo tipo de informaciones de los lugares en los que se encuentran, que luego serán tratados para evitar contar con aquellos datos que suponga la identificación de personas, de modo que los datos que disponga finalmente serán anónimos. Entre la información se encuentra el nivel de tráfico, las partículas disponibles en el ambiente, el nivel de humedad, el ruido existente, e incluso los dispositivos inalámbricos que pasen cerca, entre otros.
De esta manera, la plataforma se compromete a no ofrecer ni vender los datos en bruto que recojan con terceros, incluyendo a Alphabet y Google. La serie de sensores con los que puede contar se dividen en cuatro áreas: sensores ambientales, sensores para seguir los dispositivos contaminantes, sensores para seguir los comportamientos naturales y artificiales, así como sensores de la actividad de la ciudad, donde cada grupo se encargará de seguir una serie de aspectos.
Dependerá de cada ciudad participante en la iniciativa Smart City Challenge la elección de aquellos sensores que deseen disponer en los kioskos que adquieran.
La propia división ofrece en sus documentos aquellos costes que las ciudades que las adquieran deben asumir, desde su instalación a su mantenimiento, incluyendo además el coste en electricidad, en disponer de conectividad gigabit, entre otros. En este sentido, la división señala que los gastos totales del primer año para cada ciudad que instale 100 kioskos será de 4,5 millones de dólares.
Por último, está abierta la posibilidad de que en futuras modificaciones de los kioskos puedan disponer de pequeñas células para mejorar la cobertura móvil o incluso integrarlas dentro del concepto del Internet de las Cosas.