Uno de los productos destacados hoy en producthunt me ha llamado especialmente la atención, recordando el tiempo en el que estas aplicaciones abundaban en el mundo Twitter.
Se trata de Instagress, una aplicación web en la que los usuarios de Instagram pueden automatizar las acciones, solicitando que se envíen «me gusta» y comentarios, y que se sigan y se dejen de seguir perfiles de forma automática para que se simule actividad, lo que a largo plazo suele generar un buen número de seguidores.
La idea es sencilla: Si tenemos una empresa de peluquería y cada día entramos en Instagram y comentamos y pulsamos «me gusta» en fotos con etiquetas como «pelo», «peinado» y demás, muchos usuarios relacionados con nuestro sector acabarán descubriendo nuestra existencia, y algunos de ellos serán nuestros seguidores. De esta forma, en Instagress es posible definir las etiquetas y programas acciones de todo tipo, siendo posible especificar la velocidad de nuestra actividad, el público objetivo y mucho más.
El problema es que no hay interacción personal, no se marcan las fotos que realmente «nos gustan», dejamos el trabajo para programas, para robots, y eso es precisamente lo que generó un boom de cuentas infladas en Twitter durante sus inicios, es el tipo de acciones que terminan con consecuencias como los millones de cuentas spam eliminadas en Instagram hace pocas semanas.
Comprar seguidores, dejar actividad en redes sociales para robots e interaccionar con el único objetivo de «mostrar presencia» es lo mejor que podemos hacer para acabar con las redes sociales.