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¿Confí­as en el Inbound Marketing?

¿Adwords para un artí­culo del blog? ¿Nos hemos vuelto locos? No, y es que el inbound marketing es una de las tendencias de marketing online que más ha crecido (y seguirá creciendo) en los últimos años pero también representa una de las estrategias que más cuesta implantar en la empresa más tradicional y burocrática.

Muchas empresas salpican sus webs de mensajes que reúnen prácticamente en su mayorí­a conceptos como “moderna”, “personalizada”, “diferente»  y toda aquella retahí­la de adjetivos que acostumbramos a ver en muchas secciones “quiénes somos”. Al final, una estrategia de marketing online que choque en exceso con la filosofí­a y estrategia offline acaba siendo en ocasiones un punto de confrontación entre los propulsores del proyecto y algunos directivos.

Este hecho se da en muchos proyectos online pero lo cierto es que el inbound marketing, ya sea por desconocimiento o por su naturaleza más estratégica que táctica, acaba siendo un tema recurrente de debate.

“El inbound marketing tiene una naturaleza más estratégica que táctica, y eso juega en su contra”

¿SON EL OUTBOUND E INBOUND MARKETING COMPATIBLES?

Muchas veces las empresas prefieren no perder su inversión o campañas puramente outbound para complementarlas a modo de testeo con otras acciones de tipo inbound. Si bien es un paso adelante, lo cierto es que esta desconfianza empaña el potencial que el inbound marketing puede suponer a muchas empresas, ya sean pymes o grandes empresas. Y es que la filosofí­a inbound puede aplicarse tanto masivamente como de forma más modesta y controlada.

“Una pyme puede aplicar inbound marketing en su estrategia sin necesidad de grandes presupuestos”

El baile outbound/inbound representa una pareja inseparable que, lejos de lo que pueda parecer leyendo artí­culos por la red, para nada están enemistadas o confrontadas. Es totalmente viable complementar ambas aproximaciones hacia el cliente potencial sin necesidad por ello de caer en la aborrecida repetición y sobreexposición publicitaria.

Por este motivo, aquellas empresas que no confí­an a ciegas en el inbound y prefieren irlo introduciendo a cuentagotas están inconscientemente estableciendo las bases de lo que en el futuro será una estrategia inbound óptima que llegue a cualquier tipologí­a de consumidor potencial, incluyendo aquí­, obviamente, aquellos más sensibles a la publicidad tradicional que requieren de refuerzos de corte outbound.

LA MENTIRA DEL RETORNO INMEDIATO

Esencialmente las empresas buscan rentabilidad desde el momento cero para cualquier inversión, una mentira inherente a cualquier proyecto que ya nadie se cree. Hay premisas fuera de lo racional, pero pretender ganar dinero desde el primer momento supone una utopí­a en la que muy pocos empresarios creen. Si es así­ para cualquier campaña o estrategia vigente, ¿por qué no í­bamos a darle un tiempo de crecimiento y maduración a la propia estrategia de inbound marketing?

Esta limitación temporal, además, se radicaliza en épocas donde invertir se ve irremediablemente como un gasto y no como un beneficio futuro en sintoní­a con la propia definición de inversión.

“El inbound marketing bien hecho no es un gasto sino una inversión, pero como cualquier estrategia alcanza su máximo retorno tras trabajo, testeo y análisis, es decir, tiempo”

¿Y SI NUNCA HUBO NI RASTRO DE INBOUND MARKETING?

Cuando el salto al inbound marketing se da desde cero, los resultados se deben posponer algo más, pues necesitará de un proceso de diseño y refinamiento de los distintos segmentos inteligentes y buyer persona que se identifiquen a través de la analí­tica web y de la psicologí­a de compra del propio consumidor.

Desgraciadamente la frase con la que abrí­a el artí­culo se ha convertido en más ocasiones de las que querrí­a reconocer en una conversación real a la hora de hablar con directivos o ciertas empresas. Cuando Adwords es visto como un canal de publicidad outbound al más puro estilo tradicional e intrusivo, cambiar esa visión y convencer de que parte del éxito futuro de la empresa radicará en aportar material de verdadera ayuda para el consumidor potencial es algo complicado y difí­cilmente justificable en el corto plazo.

¿QUÉ SE PIERDEN AQUELLOS QUE NO CONFíAN EN EL INBOUND MARKETING?

Hemos hablado ya en muchas ocasiones de los beneficios de una buena estrategia de inbound marketing orientada a exprimir los recursos intelectuales y económicos de la empresa para comprender qué necesita o busca cada tipo de perfil de consumidor y apoyarle durante todo su proceso de maduración de la decisión de compra.

Sin ir más lejos, hace poco escribí­a acerca de que el inbound marketing reta a Google y llega allí­ donde su ZMOT no es capaz de asentarse en todo el proceso de maduración de la compra, yendo así­ un paso más allá en la comprensión del cliente potencial.

Tampoco es casualidad que dijéramos que el analista web tiene la palabra como figura capaz de canalizar toda la información online que mueve la empresa y que sirve para representar de la forma más precisa posible las distintas tipologí­as de consumidores potenciales de cualquier negocio.

“No somos como navegamos, pero sin duda dice mucho de nosotros”

Podrí­amos seguir compartiendo las bonanzas de esta estrategia que poco a poco va ganándose los corazones de los consumidores y que supone el salto cualitativo que durante muchos años tardó en llegar en el mundo de la publicidad creativa.

“La futura rentabilidad de la mayorí­a de empresas y pymes pasa por entender el potencial de la segmentación inteligente de sus clientes”

Entiendo que cueste creer en el inbound marketing, pero la segmentación inteligente de leads, la definición de buyer persona precisa, el marketing automatizado construido sobre el análisis exhaustivo de la forma de interactuar con la web y redes de la empresa, el resurgir del email marketing como canal de valor para el usuario… todo ello, y mucho más, acabará siendo determinante en el marketing online de los próximos años. Eso sí­, hasta que aparezca algo que aporte mayor calidad y adecuación a cada tipo de consumidor.

Porque pasan los años pero una máxima nunca muere: el cliente siempre tiene la razón.

Imagen: shutterstock.com

AutorRoger Llorens (@rogerllj), analista web, SEO y especialista en content & inbound marketing

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