Confirma que, efectivamente, está mostrándonos contenido de personas que no seguimos, basándose en las reacciones que dicho «tweet intruso» está teniendo entre nuestros contactos. En realidad, aunque parece ir en contra del concepto de lo que debe ser una red social (donde deberíamos ver actualizaciones de las personas que hemos decidido seguir), la idea no es tan mala, aunque puede manipularse de tal forma que acabe transformando Twitter en un verdadero caos.
Comentan en el post:
[…] la mayoría de la gente disfruta viendo los tweets de las cuentas que no siguen. Los mostramos en base a ciertas señales, como la actividad de cuentas que siguen, la popularidad de los tweets, y cómo la gente en su red interactúan con ellos. Estos experimentos ya están activos, y se puede obtener más información en esta página de ayuda.
Es cierto que si todos mis contactos están hablando sobre un tweet específico de una cuenta a la que no sigo, seguramente me gustará verlo en mi cuenta también, aunque eso en realidad ya ocurría antes, cuando alguien hacía un RT. La novedad es que ahora hay un «algoritmo secreto» que determinará si un tweet merece ser visto por una cuenta específica, y todo lo que es «secreto» acaba generando muchos problemas.
En Facebook hacen lo contrario: solo vemos un porcentaje muy pequeño de lo que publican nuestros contactos o las páginas que nos gustan, alimentados con los anuncios, claro, aunque tiene algo en común con esta filosofía de Twitter: el algoritmo que decide lo que vemos también es «secreto».
Y así estamos, de secretismo en secretismo, leyendo en nuestras redes sociales lo que ciertos algoritmos deciden mostrarnos…