Los usuarios de Linux que tengan que usar de vez en cuando Wine para ejecutar algún programa de Windows, reciben una interesante novedad con Wine 1.6: la posibilidad de imitar el entorno de Windows 8.
Lo anuncian en webupd8.org, donde comentan la enorme cantidad de novedades que trae esta versión de uno de los programas más populares de este sistema operativo.
Comentan que han sido 16 meses de desarrollo para poder lanzar esta versión estable de Wine, con soporte completo para la transparencia de las ventanas, un nuevo paquete para el soporte de aplicaciones NET, un nuevo controlador de Mac, mejoras significativas en el rendimiento, en particular para la representación de texto, mapas de bits y los gradientes, posibilidad de informar la versión de Windows como «Windows 8», mejoras en reproducción multimedia, soporte preliminar para la construcción de Wine para Android… son más de 10.000 cambios, anunciados, los más importantes, en winehq.org/announce/1.6.
Cuando un usuario de Windows decide migrar a Linux puede sufrir un choque considerable durante las primeras semanas. Es difícil que después de ese tiempo decida volver atrás, pero es importante que se conozcan las alternativas para poder usar programas de Windows dentro del nuevo entorno. Wine es la solución, principalmente para ejecutar aquéllos programas creados específicamente para una compañía, difíciles de encontrar en el universo de alternativas libres para Linux.